El polen de las flores es uno de los principales enemigos de las personas alérgicas, sobre todo a lo largo de la primavera y el verano. Para ellas el problema se agrava si viven en una casa que dispone de un jardín en el exterior.
No obstante, puede mantenerse limpio de polen el interior de la casa, ya que existen en el mercado mallas antipolen que son capaces de retener hasta un 87% de los granos gracias a su estructura textil. Con ellas logrará mantener las diferentes estancias ventiladas sin perjudicar a las personas alérgicas.
Su colocación es muy sencilla. Podrá colocarlas sobre las ventanas o pegarlas al marco con un velero adhesivo. Son muy sencillas de limpiar y tienen una vida útil de tres años.