En otros artículos ya se ha comentado la importancia de una buena refrigeración para el correcto funcionamiento de un ordenador, para ello los ventiladores de una CPU han de estar en perfectas condiciones y se debe evitar cualquier tipo de obturación.
Para que esto pueda ser así, realmente, es necesario un mantenimiento y limpieza de estos pequeños ventiladores en los cuales el polvo y la suciedad se tiende acumular, dificultando la corriente de aire que necesita el aparato.
Para acometer la limpieza es preciso un bastoncillo o un pincel, ambos suficientemente finos como para poder limpiar las hélices del ventilador desde el exterior. Siempre que trabaje sobre el hardware del ordenador es preciso que éste se encuentre apagado e, incluso, desconectado de la red para evitar accidentes.
Tras esta operación aún quedarán restos en el interior del mecanismo del ventilador así que se debe soplar o bien aplicar aire con algún compresor para que el polvo salga del componente.
Una vez que se haya eliminado la suciedad, hay que esperar un período de tiempo hasta que se vuelva a revisar pero no se debe esperar a que el equipo se recaliente o realice un ruido realmente molesto para proceder a la limpieza de los ventiladores del ordenador.