Generalmente los elementos separadores de cristal suelen encontrarse en los cuartos de baño, sobre todo en forma de mamparas o paredes de pavés, pero también pueden utilizarse planchas de vidrio esmaltadas y vitrificadas para separar ambientes en otras estancias de la vivienda.
Aunque pueda parecer lo contrario, se trata de un material muy resistente y de bajo coste. Otra de sus ventajas es que permite pasar la luz a través de él, lo que ayuda a separar las estancias, como si de una pared de pladur se tratara, pero sin perder la iluminación que pueda provenir de la otra parte de la casa.
No obstante este tipo de separación no aporta demasiada intimidad y puede parecer chocante su presencia, por lo que estos materiales suelen disponer de algún tipo de decoración, a veces en forma de tiras opacas que otorgan un acabado similar al de las persianas venecianas.
Este tipo de separaciones son muy sencillas de instalar, pueden adquirirse incluso en kits que integran el cristal del tamaño deseado y unas simples patas que lo sujetan. Esta es una solución que permite trasladar la plancha con mayor facilidad, pero concede menor estabilidad a la pared que si se fijára al suelo y techo a través de un sistema de raíles.
