Cómo quitar la humedad de una pared antes de pintarla

Es clave localizar el origen de la humedad y remediarlo, tanto si se debe a una filtración como si es por acumulación en la propia estancia
Por EROSKI Consumer 30 de octubre de 2020
Pared con manchas humedad

Las manchas de humedad representan un problema a menudo de difícil solución. Para poner fin de manera definitiva a las mismas, es necesario ir a su origen, que es habitual que se halle en fugas en el sistema de fontanería o grietas en las paredes y techos. Este artículo proporciona claves para eliminar las fuentes de humedad y, de esa manera, acabar con las manchas, y también para aplicar la pintura nueva. Además enumera algunos recursos para combatir la humedad en estancias o muebles donde es proclive a que se acumule.

Las manchas de humedad son un problema frecuente en muchos hogares. No solo afean las paredes y los techos, sino que además resultan perjudiciales para la salud, sobre todo para personas alérgicas o con problemas respiratorios.

Estas manchas, además, son muy difíciles de quitar, ya que a menudo tienen su origen en una avería o una grieta de años de antigüedad. La solución para quitarlas no es tan fácil como aplicar directamente otra pintura encima, ya que más tarde o más temprano la humedad terminará por alcanzar también esta superficie. Hay que tomar otras medidas.

Eliminar la fuente de humedad para acabar con las manchas

El primer paso consiste en eliminar la fuente del problema. El techo o las paredes con manchas pueden dar al exterior o a un espacio interior (otra estancia de la misma casa o un piso vecino).

Manchas de humedad que dan al exterior

Si dan al exterior, lo más probable es que haya grietas o fisuras que ocasionen filtraciones. Estas pueden ser menores, y derivar en manchas, o más grandes. En este último caso, si están en el techo, acabarán por formar goteras, por lo que es preciso reparar estos daños antes de pintar la pared.

Si hay fugas en los sistemas de fontanería, por pequeñas que sean, la humedad siempre acaba por llegar a la superficie de la pared.

Manchas de humedad que dan a un espacio interior

Algo parecido ocurre cuando la superficie da a un espacio interior. El paso de la humedad en general se debe a una cañería rota o a una pared con filtraciones que conduce a una estancia con mucha humedad, como la cocina o el cuarto de baño.

Hay que reparar la avería para garantizar que el problema no reaparezca. Se debe tener en cuenta que, por muy pequeñas que sean las fugas en un sistema de fontanería, la humedad siempre acaba por llegar a la pared y ocasionar manchas. Por eso, si no se toma el trabajo de solucionarlo de una vez, no se hará más que postergar la reaparición del inconveniente.

Otro motivo de la formación de manchas en la pared puede ser la mala ventilación de habitaciones con mucha humedad, como cuartos de baño, cocinas, sótanos, desvanes o trasteros. En estos espacios, nada mejor que proporcionar una buena ventilación natural: abrir las ventanas (y puertas, si dan al exterior) después de ducharse o preparar los alimentos, en particular si se ha generado vapor. Si las aberturas al exterior no son buenas, existe la posibilidad de introducir aparatos para facilitar la eliminación de la humedad, como un extractor de aire o un deshumidificador de ambientes.

Aplicar la nueva pintura

Vista pared en obras, pintando
Imagen: Blue Bird

Solucionada la avería, se debe quitar la mancha. Para ello, solo hay que decapar la superficie y lijar lo suficiente para borrar todo vestigio del moho u otros restos de humedad que pudieran permanecer.

  • Si la mancha no es demasiado profunda, es posible que se quite con la aplicación de un limpiador de moho.
  • En cambio, si la contaminación de la humedad ha sido grave, quizá haya que rasquetear mucho o incluso levantar parte del revoque de la pared y, luego, reponerlo. Esto exige bastante trabajo, pero es necesario a fin de garantizar que el problema no se repita.

Tras quitar la mancha, se procede al último paso: la aplicación de la nueva pintura. Conviene usar pintura antihumedad o antimoho, para prevenir la nueva aparición de manchas. Aunque el problema de origen se haya solucionado, es una manera de precaverse ante posibles nuevas averías o ante la posible acumulación de humedad de espacios sin una buena ventilación natural.

Recursos para combatir la humedad

El de la humedad en los interiores puede ser un problema de difícil solución. Algunos tipos de superficie resisten mejor a este inconveniente. Es el caso del papel vinílico o plastificado, que es muy fácil de limpiar con un trapo húmedo o una esponja. También las pinturas plásticas permiten esta opción. Ambas se emplean con frecuencia como alternativa para las paredes de estancias con alta condensación de humedad, como cocinas y cuartos de baño.

Otro sitio donde la humedad genera complicaciones es en el interior de armarios u otros muebles que, al estar mucho tiempo cerrados y a oscuras, también propician la formación de manchas, moho y otros inconvenientes. Una pequeña ayuda en estos casos consiste en la colocación de productos que absorban la humedad, como un recipiente con arroz o carbón vegetal. Si el caso adquiere mayor gravedad, puede ser necesario el uso de deshumidificadores.Estas variantes protegen de la humedad surgida en el interior de las estancias o muebles, pero no de la que proviene desde dentro o del otro lado de las paredes. En esos casos, no queda otro remedio que atacar el foco de la humedad, para cortar con el problema desde la raíz.
Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube