Pautas para adquirir material eléctrico

Los aparatos homologados incluyen unas indicaciones mínimas referentes al modelo, la tensión o el uso específico
Por EROSKI Consumer 30 de noviembre de 2006
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Imagen: Cris DeRaud

Los trabajos de electricidad no tienen por qué ser peligrosos. A pesar del respeto que tienen muchas personas a este tipo de tareas, si se toman las precauciones adecuadas, los riesgos son mínimos. Cuando se trata del material, el Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión (REBT) advierte de que todos los equipos deben ser utilizados «en la forma y para la finalidad que fueron fabricados».

Para reconocer cuándo un material cumple los requisitos estipulados por el Reglamento, hay que fijarse en primer lugar en el envase. En él deben incluirse las indicaciones necesarias para una correcta instalación y uso. Los datos mínimos son:

  • Identificación del fabricante, representante legal o responsable de la comercialización.
  • Marca y modelo.
  • Tensión y potencia (o intensidad) asignadas.
  • Cualquier otra indicación referente al uso específico del material o equipo, asignado por el fabricante.

Los órganos competentes de las comunidades autónomas son los encargados de verificar el cumplimiento de las exigencias técnicas de los materiales y los equipos que están sujetos al REBT. Su certificación confirma la homologación de todos los aparatos susceptibles de ser conectados a un circuito eléctrico.

El hecho de que el material esté homologado es garantía de seguridad. Significa que ha superado una serie de pruebas para obtener la certificación correspondiente. Estas pruebas se han de superar cada cierto tiempo, puesto que la homologación no es indefinida.

Requisitos mínimos

Se considera material eléctrico a todo aquel que se utiliza en la producción, transformación, transporte, distribución o utilización de la energía eléctrica. A partir de esta definición, los materiales más comunes que se adquieren para el hogar son los cables, las tomas de corriente y los interruptores.

Los enchufes que se fijan con tornillos resisten mejor la tracción al desconectar los aparatos

La calidad de estos aparatos garantiza una respuesta óptima durante su uso, si bien cada uno debe cumplir unos requisitos mínimos. En el caso de los cables, los dos aspectos fundamentales son la rigidez o flexibilidad de los hilos, según la instalación en la que se ubiquen.

Los enchufes, por su parte, se distinguen por el modo de fijación. Si estos van a ser sometidos a tracción al desenchufar las clavijas de los aparatos, será conveniente que las tomas se fijen con tornillos. En cuanto a los interruptores, una exigencia mínima es que soporten una intensidad de corriente de 10 A (amperios) y que, siempre que sea posible, sean dispositivos empotrados.

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