En los cuartos de baño cada vez resulta más común combinar azulejos y pintura, para conseguir modernizar el aspecto de un lugar que ha dejado de ser el eterno olvidado en la decoración. Gracias al empleo de varios elementos decorativos se logra que la pared no presente un aspecto uniforme y homogéneo.
No obstante, hay que saber romper esta homogeneidad de manera coherente, debido a que los continuos cambios de temperatura, humedad y salpicaduras de agua pueden llegar a dañar una superficie que no se encuentre debidamente protegida, como la que se encuentra recubierta por pintura no resistente al agua.
En el caso de este lavabo de la fotografía se ha tratado de proteger la pared frente a la acción del agua colocando una única fila de azulejos sobre el mismo. Esto resulta a todas luces insuficiente; como puede apreciarse la pared adyacente se ha deteriorado, debido a que la superficie recubierta por azulejos es muy reducida y el agua alcanza zonas no protegidas.
Si desea decantarse por una opción de este tipo deberá alicatar una superficie mayor para que los azulejos protejan la pared de la acción del agua y pintar el resto con pinturas resistentes a la misma.