Un colorido ejemplar anual, la nemesia

Esta planta oriunda del sur de África requiere un suelo muy húmedo
Por EROSKI Consumer 7 de septiembre de 2005

Las nemesias son en su mayoría ejemplares anuales, aunque también existe alguna variedad perenne, que pueden llegar a alcanzar alturas de 30 y 60 centímetros. Sus hojas son opuestas y enteras, con márgenes lobados de color verde y pueden llegar a alcanzar una longitud máxima de 10 centímetros.

Sus flores varían entre una gran cantidad de colores, que van en combinaciones desde el blanco al rojo, pasando por el naranja difuminado. Un elemento curioso que puede apreciarse en sus flores es que en la parte más exterior suelen tener un color más oscuro. Esta planta florece a lo largo del verano y sus flores aparecen siempre reunidas en ramilletes.

Las nemesias son plantas que necesitan mucha humedad. Para que se desarrollen sin problemas es necesario remover a menudo la tierra sobre la que se asientan y plantarlas espaciadas, ya que es imprescindible que respiren libremente. Se reproducen por semillas y a la hora de plantarlas no hay que cubrirlas con demasiada tierra. Difícilmente soportarán un periodo de sequía y, por ello, será mejor plantarlas a la sombra.

Este ejemplar perteneciente a la familia de las escrofulariáceas es oriundo del sur de África. Puede plantarse en interiores, tanto en arriates como en macetas. Para ello habrá que sembrar la nemesia a principios de primavera en un compost fresco. No ha de verse expuesta a temperaturas por debajo de los 15º C, ya que las temperaturas bajas son perjudiciales para la germinación, como también lo son las fluctuaciones térmicas.

En cuanto las semillas hayan dado brotes lo suficientemente grandes como para ser trasplantados deberemos trasladarlos a tiestos de unos 5 cm, preferiblemente de modo individual. A medida que crezcan habrá que trasplantarlas a tiestos mayores para evitar el congestionamiento de las raíces.

Para plantar estas plantas en el exterior tenemos que tener en cuenta que la nemesia no soporta ni el frío extremo ni el calor en exceso. Se pueden plantar directamente en el jardín, preferiblemente en zonas húmedas y frescas. Deberán ser plantadas en un suelo que retenga la humedad al final de la primavera. En regiones cálidas se pueden plantar al comienzo del otoño.

No se debe cubrir las semillas con demasiada tierra, ya que tan solo necesitan una fina capa. Pero para que nazcan en el exterior, lo más habitual es plantarlas primero en el interior, durante unas 8 o 10 semanas para cuando sean suficientemente grandes llevarlas al exterior. Mientras están en interior habrá que mantenerlas en una oscuridad continua hasta que germinen y a temperaturas comprendidas entre los 10 y 18º C.

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