La limitación de espacio de las viviendas obliga en numerosas ocasiones a tratar de amueblarlas evitando sobrecargar el ambiente y de forma funcional, tratando de conseguir que los muebles emplazados en las diferentes estancias puedan cumplir con varias funciones a la vez.
Si alguien quiere montarse su despacho en casa y disponer de una mesa de reuniones, una idea es adquirir una mesa de comedor de roble y con un acabado atractivo de líneas redondeadas que pueda servir para emplearla tanto en el ámbito doméstico como en el profesional.
Para las sillas es recomendable elegir unas cómodas, con cierta elegancia y de fácil limpieza. A la hora de comer será imprescindible colocar al menos un mantel para dañar lo menos posible la mesa. De esa forma se podrá emplear acto seguido para continuar trabajando.
En una esquina de la estancia se puede colocar un ordenador, si es preciso, e incluso crear una oficina móvil si se emplea un portátil. Como es probable que se necesite algún archivador, tal vez sea buena idea fabricar un mueble que lo recubra y no dificulte el acceso a él, es decir que lo oculte e integre en la decoración.
