El Tesoro Público lanzó ayer una emisión sindicada de obligaciones a 10 años por 6.000 millones de euros a una tasa de interés del 4,85% y vencimiento el 31 de octubre de 2020. La emisión tuvo una «fuerte demanda y muy diversificada en términos geográficos y por tipo de inversor». Se recibieron más de 250 órdenes de inversores por más de 14.500 millones de euros, según informó el Ministerio de Economía y Hacienda.
La rentabilidad de la emisión se situó en el 4,874%, equivalente a 195 puntos básicos respecto al tipo mid-swap (mercado interbancario de permutas de tipos de interés que se utiliza como referencia para fijar los niveles de salida de las emisiones de renta fija) y a 228 puntos básicos sobre el bono alemán de referencia.
El 66% de las obligaciones emitidas fueron adquiridas por inversores extranjeros. Por importe adjudicado, España acumuló el 34%, Reino Unido el 20,3%, Asia el 13,3%, Escandinavia el 6,2%, Francia el 6%, Benelux el 5%, Alemania y Austria el 3,9%) y Oriente Medio el 2,7%.
Los inversores finales con perspectiva de medio y largo plazo adquirieron porcentajes significativos de la emisión: 24,3% para las gestoras de activos, 19,3% para bancos centrales y otras instituciones oficiales, el 8,5% para fondos de pensiones y el 8% para aseguradoras. Las entidades de crédito participaron con un 37,2% de la emisión. La última emisión de bonos a 10 años realizada por el Tesoro español se efectuó el 17 de junio por 3.000 millones de euros a una tasa marginal de 4,911%, próxima al máximo alcanzado desde que comenzó la crisis financiera internacional.
Por otro lado, el éxito en la colocación de estas obligaciones animó a la Bolsa española, que cerró la tercera jornada consecutiva de recuperación con un alza del 3,59% y tuvo un diferencial positivo frente al resto de bolsas europeas. En algunos momentos de la sesión, el Ibex 35 llegó a anotar alzas alrededor del 4%, para terminar en 9.615 puntos.
