Euskaltel denuncia a Orange por cortar el servicio a 10.000 usuarios que habían solicitado la portabilidad

La filial de France Télécom lo niega, aunque reconoce que ha aplicado a algunos clientes condiciones especiales
Por EROSKI Consumer 3 de abril de 2007

Orange y Euskaltel continúan enfrentadas. La segunda ha demandado ahora a la primera por cortar el servicio a 10.000 usuarios de telefonía móvil que habían solicitado ya la portabilidad de sus números y cuya orden aún no se había ejecutado. La operadora vasca ha solicitado la intervención urgente de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT).

Esas 10.000 personas habían formalizado por escrito su solicitud de paso a la red de Euskaltel, si bien el contrato había sido firmado en los últimos días -entre el 27 y el 31 de marzo- y los ordenadores de la filial de France Télécom aún no habían procesado la instrucción. Fuentes de esa empresa han asegurado que el problema se resolvería a la mayor brevedad.

Euskaltel asegura que sus servicios de atención al cliente se han visto colapsados por las protestas de los usuarios afectados. Con esa maniobra, Orange ha incumplido, a su juicio, una de las instrucciones de la CMT, quien en una resolución estableció que la compañía debía garantizar las prestaciones a quienes habiendo formalizado su solicitud de cambio de operador antes del 31 de marzo no hubiesen visto culminado el proceso de transferencia a comienzos de abril.

Condiciones especiales

Un portavoz de Orange ha negado corte alguno en el servicio. No obstante, ha reconocido que a todos los clientes que aún no han solicitado el cambio a Euskaltel, pero tampoco han aportado sus datos de facturación a la filial de France Télécom, se les han aplicado condiciones especiales. En concreto, todos los usuarios residenciales que se encontraban en esta situación han pasado al formato de tarjeta prepago, con un saldo de 30 euros «cortesía» de Orange. Cuando consuman esa cantidad, previsiblemente, el servicio quedará definitivamente cortado, salvo que antes hayan formalizado un nuevo contrato. Para que se active esa medida es necesario apagar y encender de nuevo el terminal.

Los clientes de empresa, por su parte, cada vez que iban a realizar una llamada, en vez del número de destino les salía la voz de un operador de Orange que les indicaba que para poder mantener el servicio debían entregar sus datos bancarios a la compañía.

Orange justificó su decisión en la «necesidad de dar una solución a los clientes que se habían quedado en una situación indefinida y realmente desprotegidos tras la última decisión de la CMT». El regulador dictaminó la pasada semana que Euskaltel no tenía obligación alguna de entregar los datos de facturación de los clientes.

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