Fecsa-Endesa deberá hacer frente a la multa de 80.000 euros que le impuso la Generalitat de Cataluña por el apagón que dejó sin luz a 22.000 personas en el Valle de Arán (Lérida) el 29 de diciembre de 2003, tras desestimar el Ejecutivo autónomo las alegaciones presentadas por la compañía eléctrica.
La resolución del consejero de Trabajo e Industria de la Generalitat, Josep Maria Rañé, recoge que la empresa tiene que garantizar un suministro de calidad en todo el territorio, sobre todo en las comarcas más aisladas.
El texto también especifica que, en caso de avería, la red eléctrica del Valle de Arán se tiene que poder alimentar a partir de centrales de generación de la zona. Un extremo que no se cumplió cuando se produjo el apagón.
Por todo ello, la Administración catalana considera que la compañía cometió una infracción grave. A la hora de establecer la sanción, la Generalitat tuvo en cuenta que la empresa había pagado indemnizaciones por más de 95.000 euros, aunque, de todos modos, la multa ascendió a 80.000 euros.
FECSA-Endesa ya ha agotado la vía administrativa, por lo que la única opción que le queda es interponer un recurso contencioso ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
