Hay varios modos de reducir lo que se paga por los seguros en hasta el 25%. En algunos casos bastará con concentrarse en las necesidades reales, mientras que en otros habrá que cambiar los hábitos como usuario. ¿Algunas ideas? Las propuestas van desde abonarlos sin fraccionamientos, repasar las coberturas incluidas en las tarjetas y hasta aprovechar las promociones de las aseguradoras. En este artículo se aportan cinco trucos para pagar menos por las pólizas.
Truco 1. Centrar las necesidades
El coste de las coberturas de los seguros puede variar mucho de una póliza con cláusulas cerradas hasta las que contemplan mayor flexibilidad en su contratación. Una de las claves para ahorrar dinero reside en contratar solo los seguros y protecciones que se precisen y ajustar los productos si cambian. De esta manera, se estará en disposición de eliminar las coberturas menos necesarias, contempladas en otras pólizas o que no se desean suscribir. Esta estrategia permite tener un seguro más barato por medio de unas cuotas asequibles.
Truco 2. Evitar duplicidades
No hay peor negocio que pagar dos veces por el mismo servicio o producto. Esto es lo que ocurre con frecuencia con los seguros. Quizás no lo sepa, pero algunas cláusulas se repiten en otras pólizas: accidentes, asistencia en carretera, protección del hogar, etc.
Este es el momento de renegociar el producto, eliminando las necesidades que ya se tienen cubiertas. El principal efecto de esta actuación es que a partir de llevarla a cabo se dispondrá de una prima anual más competitiva, sin que se tenga que renunciar a ninguna prestación.
Truco 3. Aprovechar las promociones
Sea cual fuese la modalidad del seguro (hogar, decesos, autos, etc.), siempre existe la posibilidad de mejorar las condiciones de la póliza con bonificaciones de hasta el 30% con respecto a su precio original. Incluso está la opción de conseguir una de ellas de forma gratuita a través de la suscripción de un paquete asegurador con varios modelos en esta clase de productos. Si en realidad se necesitan, esta es la manera de recortar los gastos con los mismos servicios.
Truco 4. No fraccionar la prima del seguro
La forma de pago permite ahorrar unos cuantos euros en la operación. Algo tan sencillo como abonar la cuota una vez al año, con ninguna clase de fraccionamiento, posibilita eliminar los recargos, que pueden alcanzar el 5%, e incluso supone importantes bonificaciones con respecto a la tarifa original. Además, no hay que olvidarse de las ofertas promocionales, ya que pueden rebajar la prima del seguro en hasta un 20%.Imagen: jarmoluk
Truco 5. ¿Está cubierto por la tarjeta?
Quizás no lo sepa, pero en las tarjetas de crédito o débito están incluidas una o varias pólizas: accidentes, asistencia legal, hospitalización, etc. Como consecuencia de estas prestaciones, no se necesitará gastar más dinero en coberturas.
Si el asegurado considera que paga mucho dinero por su póliza o detecta otro modelo más competitivo a través de la oferta de competencia, no le quedará más remedio que darse de baja en el servicio. Para ello, tendrá que avisar a la compañía con cierta antelación para que el proceso se desarrolle del modo correcto. Será por medio de un fax en el que se indique con claridad la intención de rescindir el contrato y aportando, en todos los casos, el número del seguro y la fecha de su vencimiento.
Pero lo más importante es que se dé de baja en los plazos requeridos. Para no tener ningún problema, se deberá mandar la solicitud de cancelación de la póliza con un mes de anticipación. De no ser así, tendrá que seguir otro año más con su seguro de siempre, con el pago de las siguientes cuotas de emisión.