Ahorrar en Bolsa en 2015

Las entidades brindan a sus clientes mejores tarifas, comisiones menos elevadas e, incluso, promociones que permiten desembolsos menores
Por José Ignacio Recio 21 de enero de 2015
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Imagen: bizior

Si en algo coinciden los principales analistas financieros es en que la renta variable será el ámbito con mayores posibilidades de generar plusvalías durante 2015. Ven poco recorrido a otros productos, sobre todo de la renta fija, cuyas perspectivas de rentabilidad en este ejercicio son más modestas. La Bolsa será el principal catalizador de los ahorros de pequeños y medianos inversores, aun a costa de asumir más riesgos. Pero este año puede ser diferente a ejercicios precedentes si se llevan a la práctica una serie de actuaciones para contener gastos en las operaciones bursátiles. Como se desgrana con detalle en el reportaje, no procederán solo de las órdenes de compra y venta de acciones o de la elección de mercados, sino de los programas de los bancos para que sus clientes se beneficien de mejores tarifas, comisiones menos elevadas e, incluso, promociones para que invertir exija menores desembolsos.

Cambio de hábitos para ahorrar más en Bolsa

Si no se desea permanecer estático ante las oportunidades que genera el mercado bursátil, pero se quieren contener los gastos de estas operaciones, no hay más remedio que optar por un cambio de hábitos, tanto en la relación con los bancos como con una serie de estrategias que pasan por comprar más barato y vender con plusvalías. Los ahorradores pueden llevar a cabo este ahorro -no sin dificultades- a través de las siguientes actuaciones:

  • Acudir a las mejores tarifas del mercado bancario para operar en Bolsa, cuyas diferencias pueden ser de hasta un 25%.

  • Aceptar las promociones de los bancos para involucrar a los clientes en este producto, algo que supone un ahorro considerable en las comisiones.

  • Ajustar los precios de compra lo máximo posible, al aprovechar las correcciones en su cotización. Ello inducirá a que las compras bursátiles sean más competitivas, pues se adquieren más baratas y, por tanto, con un potencial de revalorización mayor.

  • Traspasar la cartera de valores a otra entidad en la que se les premie con ciertas ventajas en las condiciones de contratación: tarifas más competitivas, dinero en metálico…

  • Dejar correr las posibles plusvalías en movimientos alcistas de cierta envergadura, para que de la cuenta corriente presente un saldo más saneado al cerrar la operación.

  • Hacer compras selectivas, y no de cualquier valor. Hay que dar preferencia a las empresas que tengan mejores resultados empresariales, o las que mejor aspecto técnico presenten en su cotización.

  • Preferir activos más amplios. Ante las dudas razonables sobre por qué valores decantarse, se puede apostar por índices, sectores y zonas geográficas. Pero en este caso sería a través de fondos de inversión o ETF que cumplan con estas características.

  • Tratar de ajustar las comisiones de entrada y salida de los mercados a los máximos importes en que se aplican, lo que repercutirá en un menor gasto por acción por este concepto.

  • Optar por órdenes online de compra y venta, que por lo general se comercializan con una bonificación en sus precios.

  • Elegir los mercados bursátiles nacionales en lugar de los internacionales, ya que con toda seguridad contarán con unas tarifas más reducidas que harán contener los gastos por las operaciones realizadas durante el año.

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