Banco on line, ¿merece la pena?

Las operaciones bancarias por Internet ofrecen mayor independencia a los clientes y hasta se pueden conseguir productos con mejores condiciones de contratación
Por José Ignacio Recio 29 de diciembre de 2015
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La pujanza de la banca on line explica no solo la aparición de nuevos productos y servicios sino, también, la de entidades especializadas en este nicho de negocio. En ambos casos, la banca por Internet cuenta con una oferta interesante de la que es posible beneficiarse. ¿Cómo? Con el ahorro en algunas comisiones e, incluso, con ligeras mejoras en sus condiciones de contratación. En este artículo se ponen de manifiesto los beneficios de optar por la banca on line.

Imagen: Ministerio TIC Colombia

Ventajas de la banca por Internet

Operar con el banco a través de Internet conlleva muchas aportaciones. Ya no solo es atractivo por la comodidad de formalizar las principales operaciones desde casa, en donde puede suscribirse una imposición a plazo, realizar una transferencia o comprar acciones en Bolsa en tiempo real. Se le une también la posibilidad de que pueda ser más rentable: en unos casos por la eliminación o rebaja de las principales comisiones; y, en otros, por la mejora que generan sus productos (depósitos, créditos, etc.).

No obstante, para acceder a este servicio, hay que ser clientes de la entidad que presente esta modalidad de negocio y estar asociados a una cuenta que permita disfrutarlo por medio de una clave de acceso. En este caso los beneficios los empezarán a notar desde el principio en toda una serie de operaciones que sirven para constatar la pujanza de este modelo comercial de banca.

  • 1. Transacciones gratuitas

    Podrán realizarse, sin ningún desembolso, cualquier clase de operación bancaria (transferencias, cargos a cuenta, devolución de recibos, etc.) a cualquier hora del día, incluso los fines de semana. Esto resulta muy útil para pagar el alquiler del piso, una deuda ante terceros y hasta para cumplir con las obligaciones fiscales. No tendrá ningún coste económico y añade la posibilidad de notificar la operación al destinatario, siempre sin gastos.

  • 2. Genera mayores intereses

    Los ahorradores que tengan contratados el servicio on line podrán sacar mayor provecho a sus ahorros a través de las imposiciones a plazo que son acordadas a través de este sistema. Proporcionan unos tipos de interés más competitivos, aunque sus diferenciales son casi inapreciables, pues mejoran tan solo unas pocas décimas en la rentabilidad de estos productos. En cualquier caso, cada vez son mayor número los depósitos que se rigen bajo esta comercialización.

  • 3. Menos comisiones

    Es la principal diferencia con respecto a la banca tradicional, pues elimina estas tasas de la mayoría de sus productos y servicios o bien los reduce para contener los gastos de los clientes. No en vano, al utilizar la banca por Internet, pueden ahorrarse diversas comisiones sobre diferentes productos financieros (cuentas, transferencias, depósitos, tarjetas, créditos, etc.).

  • 4. Rapidez en las operaciones financieras

    El empleo de la banca on line para desarrollar las principales operaciones de inversión (Bolsa, ventas a crédito, ETF, warrants, etc.) están avaladas por la rapidez para llevarlas a cabo, en donde una diferencia de pocos minutos puede suponer muchos euros por el camino. También contempla comisiones mucho más competitivas, con rebajas en sus tarifas que pueden alcanzar hasta un 50% en las propuestas más agresivas.

  • 5. Hipotecas más baratas

    Una tendencia que crece durante los últimos años es la que vincula esta modalidad de banca con los créditos hipotecarios. Y es que cada vez es más habitual encontrarse con productos de estas características que presentan diferenciales hipotecarios inferiores a los que genera la banca tradicional. No son en exceso elevados, pero al menos permiten ahorrarse unos cuantos euros todos los años.

Créditos por Internet: más comodidad y mejoras en su contratación

Cada vez es más frecuente que la oferta de créditos que están desarrollados por las principales entidades bancarias esté canalizada a través de Internet. Basta comprobar la aparición de nuevas propuestas que impulsan el creciente interés entre los clientes por estos productos. Incluso hay modelos que solo admiten su formalización mediante estos canales de contratación. No obstante, su difusión está limitada a tan solo algunos formatos de financiación: los de menor cuantía (con un máximo de 6.000 euros) y que cuentan con mayor facilidad para contratarlos.

A cambio, se exigirá al demandante de este producto que sea cliente de la entidad y tenga una vinculación mayor, preferentemente a través de una tarjeta de crédito o débito o con la domiciliación de su nómina. Como consecuencia de estas condiciones, están habilitadas pequeñas líneas de financiación que son más asequibles para los usuarios, sin tener que pasarse por las sucursales para firmar el contrato e incluso rebajando las condiciones de sus comisiones, aunque los tipos de interés solo presentan descuentos de unas pocas décimas son respecto a los créditos convencionales.

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