Comisiones de las tarjetas: cómo evitar pagar en exceso

Hay algunas estrategias para no tener que abonar comisiones al retirar dinero, pero que pasan por realizar las operaciones en cajeros pertenecientes a la propia red
Por José Ignacio Recio 17 de julio de 2014
Img tarjeta credito hd

Las tarjetas son uno de los instrumentos preferidos por los españoles para sacar dinero, por su comodidad, por la facilidad para efectuar estas operaciones y por la amplia red de cajeros automáticos habilitados. Pero lo que no gusta tanto es que esta actuación tenga uno de los sobrecostes más caros por retirar efectivos fuera de la propia entidad: la comisión es de 2,50 euros frente a los 1,40 de media en los países de la Unión Europea. Estos datos, de un informe de la consultora Kelisto, cobran especial relevancia en vacaciones, ya que puede suceder no encontrar una sucursal de nuestro banco en una ciudad desconocida y, al tener que sacar el dinero de otra entidad, habrá que gastar más. En las siguientes líneas se expone el problema y se dan soluciones, siguiendo unos sencillos consejos.

Comisiones de los cajeros

Las comisiones que pagan los consumidores españoles por utilizar sus tarjetas son las más altas de la Unión Europea, según un informe de Kelisto. En este mismo expediente también se pone de manifiesto que entre los países que cuentan con varias redes de cajeros, España es el único donde las entidades cobran comisiones a sus clientes incluso cuando sacan dinero en cajeros de su propia red (distinto a los de la entidad que emitió la tarjeta). Por el contrario, en Holanda, Reino Unido y Suecia, los bancos no las perciben ni por retirar dinero de la propia red ni por hacerlo en otras redes, mientras que en Alemania tampoco recaudan cuando el consumidor realiza la operación en cajeros de la propia red.

España es el único donde se cobran comisiones incluso al sacar dinero en cajeros de la propia red

El informe también constata que España está entre los países más caros de la UE en cuanto a las comisiones aplicadas en operaciones de retirada en cajeros de otras redes. En concreto, ocupa el segundo lugar (con 3,61 euros de comisión mínima), tras Alemania, donde se cobran 4,40 euros de comisión fija. Ahora bien, las comisiones en nuestro país podrían llegar a ser superiores a las que aplican las entidades germanas: hay que tener en cuenta que mientras que los 3,61 euros aplicados en España son un mínimo a partir del cual se fija el porcentaje final que pagará el consumidor, las comisiones que se perciben en Alemania son un importe fijo, que no varía, se saque la cantidad que se saque. Los bancos de Francia (con 1 euro por extracción) e Italia (1,95 euros) aplican comisiones fijas mucho más bajas que las de nuestro país.

¿Cómo solucionar el problema?

Hay algunas estrategias para no pagar estas comisiones tan altas con las tarjetas, que en cualquier caso pasan por realizar las operaciones en cajeros pertenecientes a nuestro banco o caja de ahorros para no incidir en ningún sobrecoste. A veces no es tan sencillo como parece, ya que en muchos casos las entidades pequeñas y medianas no disponen de muchos cajeros en las poblaciones. Pero hay algunas directrices que pueden seguirse:

  • 1. Recabar la información de todos los cajeros automáticos que tiene nuestro banco repartidos por la geografía española, y detectar los que mejor nos vienen.

  • 2. Cuando salgamos fuera es aconsejable obtener información sobre los cajeros ubicados en nuestros lugares de destino vacacional, para evitar gastos innecesarios.

  • 3. Demandar en las sucursales del banco la cantidad necesaria para pasar varios días, de forma que no sea necesario acudir a un cajero. Así, nos veremos libres de estas comisiones.

  • 4. Intentar realizar estas operaciones solo en casos excepcionales (pagos urgentes, desprovistos de dinero, etc.), y nunca como una norma habitual.

Información precisa

Las comisiones por retirar efectivo a través de la tarjeta en otro banco son muy elevadas, pero al menos permiten ofrecer al momento la cantidad que deberá abonarse por esta operación. Cuando se teclee en el cajero el importe demandado, aparecerá un comando con esta información, al que podrá contestarse de forma afirmativa si quiere hacerse efectiva la operación.

Pero si no es así y no se quiere pagarlo por cualquier circunstancia, bastará con decir que no y finalizará el proceso, recogiendo de inmediato la tarjeta que expulsará el cajero. Ante esta última posibilidad, lo más recomendable es no aceptar la operación y tratar de buscar un cajero automático de la propia entidad.

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