¿Cómo comprar acciones? Pequeña guía en seis pasos

Para realizar estas operaciones en Bolsa hay que aplicar unos filtros a fin de que el resultado de los movimientos se culmine con el mayor éxito posible
Por José Ignacio Recio 18 de marzo de 2016
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El precio de compra de las acciones resulta cada vez más determinante para la evolución de las inversiones que se hagan. Por ello, hay que saber cuándo, cómo y dónde adquirirlas. Con la guía en seis pasos que se proporciona a continuación es sencillo aprender a comprar acciones. En ella se recuerda que se debe elegir el mejor momento, optar por los mejores soportes, conocer los ciclos, anticiparse a los resultados, saber qué se adquiere y nunca pagar más dinero del necesario.

¿Cómo comprar acciones y acertar?

La compra de acciones con cabeza puede ayudar a rentabilizar los ahorros. Pero ¡ojo!, porque el objetivo no solo es ganar dinero, sino también proteger el patrimonio, en especial en un periodo de gran inestabilidad como el que presentan hoy en día los mercados financieros de todo el mundo.

Desde este escenario, aprender a adquirir acciones es de gran importancia para conseguir los objetivos planteados, pero con cuidado, porque una pésima toma de posiciones en los mercados repercutirá en el estado de la cartera de inversión. Por fortuna, es posible evitar esta situación, si se encara la compra de acciones con cierta disciplina y con la ayuda de estos seis pasos.

1. En el mejor momento

Ya no vale adquirir acciones a cualquier precio: hay que decidir antes el coste al que se quiere formalizar la operación. Y, para ello, es fundamental tener paciencia y que los mercados muestren correcciones que servirán para que los importes de las acciones sean más competitivos. Solo de esta forma, los pequeños inversores conseguirán ampliar el potencial de revalorización de sus inversiones.

2. Respetar los soportes

Las compras de acciones deberán efectuarse bajo una fuerte disciplina en el seguimiento de las cotizaciones de las empresas. Y ello pasa por respetar los soportes que presentan las acciones. Bajo ninguna circunstancia deben tomarse posiciones en los mercados en un valor que haya roto estos importantes niveles de cotización, a no ser que se quiera desarrollar importantes pérdidas durante las próximas semanas.

3. En periodos alcistas

La regla básica del buen inversor es que sus operaciones deben desarrollarse siempre en escenarios claramente alcistas para rentabilizar la operación, bien de los índices bursátiles bien de los propios valores. Si se aplica del modo correcto esta estrategia, con toda seguridad que se tendrá garantizado el éxito de la operación, al menos a corto plazo.

4. Anticiparse a los resultados

Aunque más difícil de aplicar, este paso se basa en un refrán muy popular entre los inversores: «Comprar con los rumores y vender con la noticia». Desde este escenario, la estrategia más correcta es tomar posiciones en un valor que se crea pueda obtener unos buenos resultados empresariales, la implantación de nuevas medidas económicas por parte de los órganos monetarios o incluso la posibilidad de que puedan producirse movimientos corporativos favorables a los intereses de la compañía.

5. Saber lo que se compra

Será por completo necesario tener muy claro dónde se está depositando el dinero, qué actividad empresarial realiza la corporación, si tiene deudas y hasta su historial en sus cotizaciones. No en vano, uno de los grandes errores que cometen algunos inversores minoristas consiste en adquirir acciones de una compañía sin conocer a qué se dedica.

6. No pagar un precio excesivo

Y, por último, es muy conveniente no optar por los activos financieros que estén en exceso caros. Por lo general, el riesgo es mayor que el posible rendimiento que podría obtenerse en sus operaciones. Además, el potencial de revalorización estará mucho más limitado. Son situaciones donde la decisión de compra casi nunca es rentable, aunque puedan formalizarse las ventas con plusvalías.

¿Cómo elegir la fecha de las compras?

Siempre hay unos periodos que generan una mayor rentabilidad a los mercados de renta variable que otros y en donde es más aconsejable formalizar las operaciones bursátiles.

Los primeros y últimos meses del año, y a pesar de lo que ha sucedido durante este ejercicio, son los más favorables.

También es más recomendable hacerlo al comenzar la semana que en el último día, en donde se producen muchas ventas ante el cierre de los mercados los fines de semana.

Siguiendo con esta estrategia, no debe olvidarse que los periodos vacacionales son muy propensos para desarrollar fuertes correcciones en las cotizaciones de las acciones. Y casi nunca es certero aplicar las compras en periodos de cierta inestabilidad económica, y hasta política. Los años electorales, por último, no son los mejores para tomar posiciones en la Bolsa ante las incertidumbres que pueden producir sus resultados.

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