¿Cómo pedir dinero con una tarjeta de crédito?

Las tarjetas facilitan obtener una línea de crédito con la que financiar gastos, aunque sus plazos de devolución son más cortos y los intereses, mucho mayores
Por José Ignacio Recio 19 de enero de 2016
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Imagen: Yuri Samoilov

Las tarjetas son una herramienta más para poder conseguir un crédito, cuando no se puede solicitar un préstamo por otra vía. ¿Las ventajas? Pedir un crédito con un “plástico” es, por lo general, más fácil y es posible hacerlo incluso desde un cajero automático. No obstante, estos créditos también tienen sus peligros: sus intereses son mayores que los concedidos a través de la financiación tradicional. En este artículo se dan las claves para obtener un préstamo con una tarjeta de crédito, además de explicar sus ventajas y peligros.

¿Créditos con una simple tarjeta?

Quizás pocos lo sepan, pero, ante una situación de urgencia para dotarse de liquidez, no es necesario acudir a una fuente de financiación convencional, ni a través del banco, ni de las plataformas financieras on line que se encargan de comercializar pequeños créditos. Basta con que los demandantes sean titulares de una tarjeta de crédito, para poder acceder a pequeños importes en formato de pago diferido.

Varias son las tarjetas que proporcionan este servicio, sin que haya que solicitar ningún préstamo pendiente de aprobación. Cuentan con líneas de crédito de hasta 10.000 euros y bajo un sistema de cuotas mensuales, en el que se generan unos tipos de interés mayores que los ofrecidos en los convencionales, entre el 13% y 24% sobre el importe demandado, y en función del «plástico» seleccionado. No en vano, es el peaje que tendrán que afrontar las familias por disfrutar de una fuente de financiación que ya está concedida solo por ser titular de alguna de estas tarjetas.

La selección del medio de pago será muy importante, ya que, a medida que el «plástico» sea de gama más alta, la línea de crédito se incrementará, hasta alcanzar los importes máximos que conceden las modalidades Oro o Platino, tanto para utilizarlo en los establecimientos comerciales, como para retirar efectivo desde los cajeros automáticos. Incluso en las ofertas más agresivas conllevan la devolución de hasta un 2% de las compras realizadas a través de las operaciones a crédito.

Créditos con tarjeta: ¿cómo son?

Una de las ventajas de acogerse a esta clase de financiación que presentan las tarjetas es que no hay que demandarla, sino que ya está concedida por el mero hecho de ser titular de alguno de estos medios de pago implantados desde los principales bancos. Se pueden disponer en cualquier momento, de forma permanente y hasta el máximo que presenta su contrato. En el preciso momento de formalizar el contrato de la tarjeta, se estará asumiendo la habilitación de estas líneas de liquidez.

Debido a estas características, no todos los perfiles de usuarios pueden suscribirlas, sino solo quienes pueden responder de sus condiciones de contratación. En general, para suscribirlas será necesario que el cliente aporte unos ingresos fijos, además de un saldo saneado en su cuenta corriente. De no cumplir estos requerimientos, con toda probabilidad la entidad denegará su solicitud.

Créditos con tarjeta: ¿cómo devolverlos?

Su restitución se formaliza a través de un sistema de cuotas mensuales, que pueden realizarse, bien de una forma rápida al mes siguiente o, por el contrario, aplazando el pago en varios meses, entre 3 y 13 aproximadamente. En los modelos más beneficiosos para las familias, este sistema conlleva que las compras puedan financiarse en hasta tres meses, sin tener que asumir ningún interés, ni comisiones u otros gastos administrativos, o incluso eliminando alguna de las cuotas durante el año en los diseños más innovadores.

La modalidad más demandada es la de pago aplazado, que cuenta con un mínimo del 5% del saldo dispuesto, o una cantidad fija en torno a 30 euros al mes, que en las tarjetas más flexibles pueden ser modificadas sus condiciones para adaptarse a las necesidades de los usuarios. Como alternativa, también disponen de la modalidad de pago a fin de mes, por la cual abonarán la totalidad de la deuda contraída en este plazo de amortización, cargándose en la cuenta corriente del mes siguiente.

Tarjetas de crédito para financiar las compras

Si el deseo de las familias es utilizar una línea de crédito para emplearla en los comercios, esta es la forma más satisfactoria para no endeudarse. Buena parte de las entidades bancarias están comercializando tarjetas de crédito que permiten financiar las compras en hasta tres meses, pero sin ninguna clase de intereses, es decir al 0%, y con cerca de hasta 6.000 euros para realizar las más habituales.

No obstante, la mayoría de estos “plásticos” están habilitados para desarrollar estas operaciones solo en los comercios adheridos a sus planes de fidelización. Se trata de un sistema de pago cada vez más utilizado, que tiende a que los clientes usen una tienda o marca comercial, a cambio de mejorarles sus condiciones de contratación, y que llegan a ser comercializados también por los propios establecimientos para potenciar sus ventas.

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