Credicajeros, sólo para clientes solventes

Los préstamos que se contratan en cajeros automáticos exigen ingresos estables y nóminas superiores a 1.200 euros
Por Gracia Terrón 11 de septiembre de 2009

Son tiempos de difícil ahorro y numerosas deudas. Muchos ciudadanos necesitan recurrir a la financiación ajena para resolver sus apuros económicos. Bancos y cajas intentan darles facilidades mediante créditos que se contratan a través de un cajero automático. A cualquier hora del día. No todos los clientes pueden disfrutar de este “privilegio”. Las entidades realizan un estudio previo, según la situación financiera de cada persona, para decidir a qué usuarios se preconcede el préstamo. Quienes formen parte de la lista pueden acercarse a un cajero y contratar el servicio. En caso contrario, habrá que recurrir a las vías tradicionales y superar el estudio personalizado de las entidades. Por lo general, sólo un 15% de los clientes tienen acceso a este tipo de créditos. En cualquier caso, las condiciones y los requisitos de los préstamos concedidos a través de los cajeros son similares a las operaciones que se suscriben en una sucursal física. Los intereses medios que se aplican rondan el 10%.

Para clientes sin riesgos

A pesar de que las condiciones para contratar un préstamo se han endurecido en los últimos años, la necesidad de recurrir a la financiación ajena es todavía notable en España. Muchas entidades cuentan con un servicio destinado a clientes con tarjeta de crédito y de débito, que facilita la concesión de préstamos personales en los cajeros de la red comercial. El requisito para que una entidad preconceda la operación, que luego podrá contratarse a través del cajero, es ser un buen cliente, sin riesgo de impago, con ingresos estables (principalmente, funcionario o trabajador por cuenta ajena), nóminas superiores a 1.200 euros y la exigencia de que entre la hipoteca y los diversos préstamos firmados no pague al mes más del 40% de sus ingresos, ni figure en listas de morosos.

Un requisito obligatorio para optar a un credicajero es tener domiciliada la nómina y los ingresos en la entidad bancaria que concede los préstamos. Sólo así el banco puede comprobar cuáles son los gastos del usuario y si es un cliente prudente o tiene posibilidades de convertirse en moroso. Las entidades revisan los movimientos bancarios y controlan que la salida de dinero mensual no sea muy elevada. Una persona que viva al límite de sus posibilidades y gaste casi todo el dinero que ingresa al mes, no formará parte de la lista de usuarios con posibilidad de contratar un crédito en el cajero.

Para optar a un crédito en el cajero hay que tener domiciliados los ingresos en la entidad para que ésta compruebe si el cliente es prudente en el gasto

El departamento de riesgos de cada entidad realiza esta investigación. Es el mismo equipo que valora la concesión de una hipoteca. En este estudio, las entidades descartan a los clientes con un perfil de riesgo alto o con liquidez suficiente como para no necesitar un préstamo.

Ventajas

Las ventajas de este tipo de créditos son la rapidez en la tramitación, la concesión inmediata (puede realizarse las 24 horas del día, los siete días de la semana) sin necesidad de personarse en la oficina y la confidencialidad, ya que no es necesario justificar su finalidad. Los préstamos oscilan entre 300 y 20.000 euros. Se contratan para periodos de amortización de hasta cuatro años, con intereses que parten del 8%, pero pueden alcanzar el 12%.

Cómo solicitarlos

La oferta de credicajeros crece a un ritmo lento. Todavía no se comercializa de forma masiva, como los depósitos, las cuentas corrientes o los fondos de inversión. Pero el proceso para solicitar un crédito a través del cajero está definido y es sencillo. Cuando un cliente introduce la tarjeta en un cajero y se identifica con su PIN, aparece una pantalla con las posibilidades de operaciones que se puede realizar: sacar efectivo, consultar saldo, comprar entradas o, en su caso, contratar un crédito. Si el usuario es uno de los clientes preseleccionados por la entidad para conceder uno de estos créditos inmediatos, la pantalla muestra la cantidad máxima asignada en el préstamo. El cliente puede seleccionar distintas opciones de importe y plazo. Incluso es posible realizar diferentes simulaciones para conocer a cuánto ascenderán las cuotas mensuales y el tipo de interés TAE, según el importe y el plazo definido.

Los préstamos, que oscilan entre 300 y 20.000 euros, pueden contratarse para periodos de amortización de hasta cuatro años

En esta pantalla, la entidad mostrará un nuevo anuncio al cliente para preguntarle si acepta o no el préstamo y si continúa con la operación. Si la respuesta es afirmativa, el cajero confirma la operación y el ingreso se realiza de forma inmediata en su cuenta. A partir de ese momento, el cliente puede disponer del dinero, sin haber realizado ningún trámite previo, sin presentar documentación ni justificación alguna de la operación. El cajero facilitará un recibo con las condiciones aceptadas como justificante de la misma. Por lo general, las entidades también envían a través de una carta postal esa misma información en los días siguientes al domicilio del cliente.

El esquema del proceso de contratación de un crédito en cajeros automáticos podría resumirse en los siguientes pasos:

1. Se introduce la tarjeta en el cajero y se marca el código PIN.

2. Aparecen varias opciones en la pantalla: consultar saldo, extraer efectivo, comprar entradas, contratar crédito…

4. Se selecciona «contratar crédito».

5. Se consultan los distintos importes y plazos con la cuota mensual, y se elige una opción.

6. El contrato de préstamo se confirma o anula al pulsar «aceptar» o «cancelar».

7. En caso afirmativo, se confirma la operación.

8. El cajero entrega el justificante y la entidad realiza una transferencia con el dinero solicitado a la cuenta del cliente.

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