Con la subida de los tipos de interés, son muchas las entidades financieras que están incrementando su oferta de depósitos a plazo fijo. Por lo general, las nuevas promociones llaman la atención por su alta rentabilidad, que puede alcanzar hasta el 12% TAE en periodos cortos de tiempo, como uno o tres meses. No obstante, al margen de la oferta de este tipo de depósitos tradicionales, que remuneran el ahorro mantenido durante un plazo de tiempo concreto sin más secretos, están proliferando las promociones de otro tipo de depósitos algo más complicados para el ahorrador particular: los depósitos estructurados. Estos productos pueden ofrecer una rentabilidad fija durante un corto periodo de tiempo. Pero, además, obligan a contratarse durante mucho más plazo, en el que la rentabilidad dependerá de lo que haga la Bolsa o determinados fondos de inversión. Por lo tanto, es importante no dejarse llevar por el reclamo de la rentabilidad fija, conocer las demás condiciones y saber cómo funcionan en realidad estos productos para ver qué se puede esperar de ellos.
La inversión se divide en dos partes
Los depósitos estructurados son un producto financiero que comercializan bancos y cajas de ahorros y que divide la inversión del ahorrador en dos partes. El primer segmento de la inversión suele ser un depósito a plazo fijo, normalmente de pocos meses, que se remunera a un tipo de interés fijo elevado, bastante llamativo (puede alcanzar hasta el 12% a tres meses, como es el caso del Depósito Doble Crecimiento que acaba de presentar Banco Popular). La segunda parte de la inversión suele ser un producto de larga duración y cuya rentabilidad suele fluctuar, ya que depende de la evolución de acciones concretas, de un índice bursátil, de fondos de inversión, etc. Ambos tramos de inversión están vinculados entre sí: es decir, las entidades ofrecen el producto combinado de forma conjunta. No permiten contratar la primera parte sin la segunda o al contrario. En ocasiones, también es posible encontrar depósitos de este tipo sin el segmento de la rentabilidad fija y que, por tanto, ofrecerán ganancias sólo si la Bolsa o una determinada acción sube.
Para que los depósitos estructurados ofrezcan rentabilidades interesantes, el mercado de valores debe subir en el periodo de vida del depósito
El segmento fijo del depósito no presenta ningún problema de comprensión, ya que funciona como un depósito tradicional: la entidad capta ahorro y lo remunera a un tipo de interés pactado de antemano. Por ejemplo, un depósito de 6.000 euros que remunera el ahorro al 10% TAE a un mes, está ofreciendo 50 euros mensuales (600 euros a un año).
En cualquier caso, la parte más importante que conviene conocer de los denominados depósitos estructurados es la que está vinculada a la evolución de uno o varios índices bursátiles o de una o varias acciones. Por lo general, para que los depósitos estructurados ofrezcan rentabilidades interesantes, el mercado de valores debe subir en el periodo de vida del depósito, que vendrá especificado en el contrato. Lo habitual es que los depósitos estructurados presenten plazos superiores a un año. Para calcular la rentabilidad final, el inversor deberá estar atento a lo que ocurra en Bolsa en ese periodo.
Oferta muy abundante
En la actualidad son muchas las entidades que comercializan productos de este tipo, sobre todo entre la banca ‘on-line’. Openbank, filial de Santander, cuenta con el Super 8, un depósito estructurado que ofrece una rentabilidad del 8% TAE durante tres meses y una rentabilidad adicional durante, al menos, seis meses, que dependerá de la evolución de unos determinados fondos de inversión seleccionados por la entidad.
Banco Popular acaba de poner en marcha una agresiva campaña de comunicación para promocionar su Depósito Doble Crecimiento. Este producto ofrece una rentabilidad fija del 12% TAE durante tres meses. Durante el resto del periodo, 18 meses, la rentabilidad dependerá de lo que haga el índice español Ibex-35. Si en todos esos meses, el índice sube más de un 1,25%, el inversor ganará un 22,5% de interés acumulado. Si el índice baja en todos los meses, el inversor no recibirá rentabilidad por este segmento de la inversión.
La Caixa, por su parte, comercializa el Depósito 10 Ibex-Euro Stoxx. Estos productos ofrecen un 10% TAE durante el primer mes. Durante el resto del periodo, 15 meses ofrecerán una rentabilidad igual a la subida que experimente el índice con mejor comportamiento entre el Ibex-35 o el Euro Stoxx-50. BBK también dispone de un depósito similar, denominado Depósito Garantizado Index. Bankinter dispone del Depósito Garantizado Banca, cuya rentabilidad está referenciada a lo que haga la acción de Santander…
Cuánto se puede ganar
A priori, es imposible saber cuál va a ser la rentabilidad final que ofrece un depósito estructurado, ya que nadie sabe cómo va a funcionar la Bolsa o el fondo de inversión determinado al que esté referenciado el producto. Por lo tanto, para poner ejemplos concretos, es necesario valorar la rentabilidad que han dado estos productos en el pasado.
2006, por ejemplo, fue un buen año de Bolsa, con lo que fueron muchos los depósitos estructurados que dieron sólidas ganancias. En particular, quien contratara un depósito referenciado al Ibex-35 durante todo el año, pudo obtener ganancias de en torno al 15% (ya que lo habitual es que las entidades ofrezcan un 50% de lo que se revaloriza la Bolsa. En realida, el Ibex-35 subió un 31% en todo el año). 2002, por su parte, fue un mal año de Bolsa, con lo que probablemente quienes suscribieron un depósito de estas características no obtuvieron ganancias.
Consejos del Banco de España
Desde el Banco de España recomiendan a los clientes que contraten este tipo de productos que “deben tener en cuenta que, aunque la entidad se comprometa a devolver al vencimiento la totalidad del importe invertido, es importante valorar con detalle las circunstancias que pueden influir en la rentabilidad del producto”. Como suelen ser depósitos a medio plazo, es importante fijarse en las condiciones en que se puede recuperar la inversión a largo plazo: valorar la posibilidad de cancelarlo anticipadamente y, de ser así, cuál es la comisión por dicha cancelación. En el caso de depósitos, muchas veces no se permite la cancelación anticipada o si se permite el importe de ésta puede ser muy elevado.
También conviene conocer cómo calcula la entidad la rentabilidad referenciada a Bolsa. Por lo general, cuando las entidades aplican rentabilidades medias, el rendimiento global suele ser bastante más bajo que cuando se calcula teniendo en cuenta la subida global de un índice o una acción.
El Banco de España aconseja, sobre todo, observar con cuidado el segmento de la inversión que se contrata a mayor plazo. “El ahorrador debe estudiar si este tramo del depósito estructurado se ajusta a sus preferencias financieras: si está dispuesto a invertir a ese plazo y si le interesa fiscalmente, entre otras cuestiones”, comentan desde la autoridad monetaria. Aconseja a su vez tener en cuenta las comisiones que aplica el producto.