Depósitos: ¿mejor regalos que dinero?

Los depósitos con pago en especie ofrecen regalos para hacer más atractivos los depósitos, pero el ahorrador no siempre sale ganando
Por José Ignacio Recio 14 de junio de 2016
Img regalo
Imagen: Andy Mangold

En vez de recibir los intereses en forma de dinero, los bancos han diseñado los depósitos con pago en especie que permiten elegir entre una amplia gama de regalos como recompensa a los ahorros. Las propuestas son muy sugerentes, pero no encajan en todos los perfiles de los ahorradores. En este artículo, se desgrana cómo son los depósitos de pago en especie, qué se debe tener en cuenta y cuál es el tratamiento fiscal de estos productos bancarios.

Imagen: Andy Mangold

Depósitos con regalos, ¿cómo son?

¿Es preferible optar por un regalo frente a la remuneración en metálico de un depósito a plazo? Esta es la disyuntiva a la que se enfrentan buena parte de los ahorradores en estos momentos, con la baja rentabilidad que ofrecen estos productos bancarios de renta fija. La decisión del Banco Central Europeo (BCE) de abaratar el precio del dinero, llevando los tipos de interés hasta un histórico 0%, ha propiciado una escasa demanda de los usuarios por contratar las imposiciones tradicionales y que vean en la retribución en especie un aliciente para formalizarlos. Pero, ¿en realidad merece la pena formalizarlos?

La retribución en especie no presenta ninguna diferencia apreciable con respecto a los restantes depósitos. Dispone de un plazo de permanencia que siempre hay que cumplir, casi siempre por encima de 12 meses, y, a pesar de lo que pueda pensarse, desde importes muy asequibles para todas las familias, a partir de 1.000 euros en adelante.

No obstante, el obsequio se dispone en el preciso momento en que se firma el contrato, sin tener que esperar a su vencimiento para disfrutarlo. En la mayoría de las ocasiones lo elegirán los propios clientes entre una extensa selección de bienes materiales.

¿Qué ofrecen los depósitos a los ahorradores?

Las propuestas que ofrecen las entidades para captar el activo de sus clientes son de toda naturaleza: menaje del hogar, aparatos audiovisuales, equipos informáticos, etc. En cualquier caso, son los modelos más recientes del mercado y sirven de reclamo para que sean aceptados por los usuarios. El único requisito para conseguirlos es formalizar alguno de los productos de ahorro.

Pero para determinar la rentabilidad de esta retribución en especie, no hay más que valorar el precio del artículo y comprobar si la operación es más rentable. Porque puede que sea más barato comprándolo a precio de mercado y destinar los ahorros a una imposición con pago en metálico o a otros modelos de inversión.

Depósitos en especie

Esta clase de productos tuvieron su época dorada hace tan solo unos años, en donde era habitual que los bancos presentasen algún depósito con estas características. Esta estrategia se ha reducido como consecuencia de la bajada de los intereses de sus productos y se refleja en propuestas menos espectaculares que están amoldadas a los nuevos márgenes comerciales con los que se manejan las entidades para lanzar estas promociones.

Desde este escenario general, Bankia ha incorporado a su oferta de ahorro un producto que mantiene esta peculiaridad para importes superiores a 2.100 euros. El propio titular será quien seleccione el regalo que desea entre una extensa lista.

Caja España-Caja Duero aporta un depósito en especie aún más asequible porque puede formalizarse desde 1.000 euros. Es un modelo de ahorro flexible, ya que puede escogerse la cantidad y el plazo más adecuado a las preferencias del usuario y que, en cualquier caso, puede cancelarse de manera anticipada.

Tratamiento fiscal de esta retribución

Aunque sean regalos, y no dinero en metálico, se tributan como si de una imposición convencional se tratase, sin ninguna diferencia por medio. Por lo tanto, no hay forma de librarse de su tratamiento fiscal, que será el mismo que en otros depósitos y estará sujeto al correspondiente pago de impuestos, sea cual fuese la naturaleza del obsequio conseguido a través de esta estrategia comercial.

En todos los casos, su valor se integrará en la base imponible del ahorro, y bajo los mismos porcentajes que en los restantes depósitos comercializados por las entidades financieras. O lo que es lo mismo, tributarán al 19% para los tramos de hasta 6.000 euros y con un máximo que alcanza el 23%, y cuya operación afectará a tantos depósitos que sean suscritos, con la obtención de varios regalos por medio de diferentes promociones.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube