El sector energético, una de las inversiones más seguras

Las compañías energéticas ofrecen dividendos muy elevados, con una rentabilidad superior a la de la renta fija
Por José Ignacio Recio 18 de febrero de 2008
Img molinoviento
Imagen: Falk Schaaf

Imagen: Falk Schaaf

Revalorización de los ahorros de hasta el 275%. No es una quimera, sino el beneficio que obtuvieron los inversores que entraron en Endesa antes de los movimientos de la OPA, en 2002, tras alcanzar durante el pasado año máximos históricos en su cotización: 40,64 euros, una de las operaciones más rentables de la renta variable. Ahora parece que puede darse una situación similar con Iberdrola, cuyas acciones han pasado de cotizar 7,79 a 10,40 euros en el inicio del año. Al margen de lo que pueda acontecer en el futuro inmediato, lo cierto es que el sector energético es uno de los sectores con mayor gancho para el pequeño y mediano inversor, tanto por su estabilidad bursátil como por ser uno de los sectores punteros en retribuir al accionista a través del dividendo. En lo que va de ejercicio, estos valores se están comportando mejor que la media bursátil, algunos cerca de sus máximos anuales como Aguas de Barcelona, Gas Natural, Iberdrola o Unión Fenosa.

El sector energético tiene mucho gancho para el pequeño y mediano inversor, tanto por su estabilidad bursátil como por retribuir al accionista a través del dividendo

Precisamente el alto dividendo que ofrecen a sus accionistas es uno de los mayores atractivos de los valores energéticos, y representan el principal motivo de elección para miles de inversores. En efecto, dos de las empresas de este sector contemplan uno de los dividendos más atractivos que ofrece el mercado actual, con las más altas rentabilidades durante los últimos doce meses: Iberdrola (con una rentabilidad por dividendo del 7,21%), y Endesa (del 5,30%), lo que significa que sólo por este concepto los beneficios que se pueden obtener son mayores que los ofrecidos por la renta fija. Otros valores, sin embargo, no se muestran tan espléndidos a la hora de repartir beneficios. Así, Repsol tiene una rentabilidad por dividendo del 4,20%; Unión FENOSA, del 2,87%; Enagás, del 2,83%; Red Eléctrica Española, del 2,43%; Cepsa, del 1,83%; Gas Natural, del 1,21%; Gamesa, del 0,83%, y la rentabilidad de Aguas de Barcelona es del 0,68%.

Oferta y previsiones

La oferta que se puede encuentra el inversor en el Mercado Continuo es importante, aunque no muy extensa. Su peso en el Ibex 35, junto al sector bancario, es el más influyente de todos y está representado por tres «blue chips» (aquellos que tienen mayor volumen de negocios). En la bolsa española es posible contratar desde compañías puramente eléctricas (Endesa, Iberdrola o Unión Fenosa) a empresas comercializadoras o intermediarias de esta energía como Enagás o Red Eléctrica Española. Incluso desde hace pocas fechas se puede apostar, por primera vez en la historia del Mercado Continuo español, por la energía renovable, con la salida a bolsa de Iberdrola Renovables.

Pero la oferta va más allá de esta apuesta por los servicios públicos. También se pueden comprar acciones de empresas petrolíferas: bien a través de un «blue chip» como Repsol, bien en una empresa de mediana capitalización como Cepsa. Otra alternativa es elegir Aguas de Barcelona, un subsector más conservador. También existe la posibilidad de optar por otras formas de energía que representan un mayor riesgo para la inversión, en este caso a través de Gamesa. Lo cierto es que las posibilidades de encontrar alguna empresa para invertir son notables, y para todos los perfiles: Desde valores tradicionales que pueden permitir una cierta tranquilidad al pequeño inversor, dirigidos a medio o largo plazo, hasta otros valores de comportamiento más complicado y, por ende, mucho más arriesgados.

La evolución bursátil de este sector ha sido muy positiva, y parece que el dinamismo se mantendrá en los próximos meses ante la expectativa de nuevas operaciones corporativas

Responda a un perfil u otro, una de las preocupaciones de todo inversor es la evolución de sus valores. En este aspecto, el sector energético es uno de los más propensos y sensibles durante

los últimos meses a realizar operaciones corporativas que puedan rentabilizar de forma importante los ahorros invertidos. El ejemplo de la OPA sobre Endesa en 2007 ha puesto a las eléctricas en el punto de mira de los pequeños inversores, que las ven como un modo de rentabilizar sus inversiones en un pequeño período de tiempo.

En este sentido, los analistas del mercado estiman que las operaciones corporativas no han terminado, pues las «utilities» europeas como E-ON, Suez, etc. tienen claro que para crecer en el mercado español hay que comprar. Los valores «opables» son Gas Natural, e incluso Unión Fenosa, candidata a un movimiento corporativo por parte de ACS, que posee más del 40% del capital. Endesa, por su parte, con reducido «free-float» (capital flotante -la parte del capital social de una empresa o sociedad que cotiza libremente en bolsa y que no está controlado por accionistas de forma estable-), sigue siendo una de las apuestas preferidas debido al atractivo de su dividendo. Por estas razones, las previsiones de los expertos bursátiles apuntan a un calentamiento del sector eléctrico durante este ejercicio, estimación que corrobora un reciente informe de Fortis, broker internacional, que señala que la evolución bursátil de este sector en los últimos años ha sido muy positiva, con Iberdrola como valor estrella, y que el dinamismo se mantendrá en los próximos meses ante la expectativa de nuevas operaciones corporativas.

BAJO LA DENOMINACIÓN DE

La crisis crediticia podría acelerar una ralentización, por lo que los valores defensivos pueden ocupar un lugar significativo en la conformación de las carteras ddurante este año. ¿Dónde se pueden encontrar estos tipos de valores? Una de estas apuestas son los “utilities”. Bajo este anglicismo que está en boca de todos los analistas bursátiles, se habla de empresas relacionadas con la prestación de servicios públicos, tales como energía o agua, entre las principales.

Son de carácter defensivo y especialmente destinados a medio o largo plazo, por lo que están recomendados para perfiles más bien conservadores que no deseen estar expuestos a valores que ofrezcan poca estabilidad en su cotización. En la mayoría de los casos son de alta capitalización, con mucha liquidez, lo que facilita su compra por parte de los ahorradores.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube