Los créditos rápidos

Cobran intereses mucho mayores que los de un banco o una caja de ahorros
Por EROSKI Consumer 22 de septiembre de 2005

La aprobación de un crédito rápido al consumo ofrecido por algún establecimiento financiero de crédito (EFC) esconde en la mayoría de las ocasiones unos elevados intereses.

Las EFC son financieras de crédito sometidas a reglas muy similares a la de los bancos y cajas con la diferencia de que tienen prohibido captar depósitos de clientes. Su actividad es exclusivamente de crédito y para ejercerla han de estar dadas de alta en el Banco de España.

Según un estudio de la Unión de Consumidores de Extremadura-UCE, en la actualidad hay cerca de 80 EFC autorizadas. Estas entidades de dinero rápido el pasado año obtuvieron unos beneficios de 357 millones de euros, lo que supuso un incremento del 37% respecto al año 2003.

El peor inconveniente de los créditos ofrecidos por las EFC son los elevados tipos de interés que tienen que abonar los clientes. En el mercado se puede encontrar hasta una Tasa Anual Equivalente (TAE) que supera el 25% anual y Tipos de Intereses Anuales (TIN) por encima del 23%, cuando las entidades bancarias están ofreciendo una media del 9% en TAE y TIN para créditos personales.

UCE-Extremadura calcula que, con estos este intereses, si se pide un crédito de 3.000 euros a una EFC, al cabo de 12 meses se habrán pagado 3.750 euros, frente a los 3.300 euros que abonarían a un banco o caja. De modo que optar por un crédito rápido incrementaría el gasto en un 150%.

Además hay que tener en cuenta las altas comisiones que las EFC cobran en concepto de devolución por impago o demora. Por ejemplo, por una cuota de 120 euros mensuales devuelta en tres ocasiones en el mismo mes nos pueden cargar entre 54 y 59 euros en concepto de devolución.

UCE-Extremadura aconseja tener cuidado con los contratos y agotar todas las vías antes de acceder a los créditos rápidos o publicitarios. A veces se informa inicialmente de un TIN mensual, por ejemplo, del 1,736% y esta información puede llevar a error, ya que lo que importa es el TIN anual.

También es importante tener en cuenta que normalmente es muy difícil echarse atrás una vez concedido el crédito, y de hacerlo probablemente se tenga que pagar una comisión de cancelación.

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