Operar en las bolsas mediterráneas

Su principal atractivo es la posibilidad de invertir en valores de primera fila con tarifas que poco difieren de las aplicadas por la banca on line para los mercados nacionales
Por José Ignacio Recio 4 de mayo de 2009
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Imagen: Etienne Cazin

Los pequeños y medianos inversores no tienen por qué ceñirse a operar en la renta variable española, sino que pueden lanzarse a comprar títulos en bolsas como las mediterráneas. Aunque ningún parqué vive sus mejores momentos, las empresas que cotizan en estas bolsas son de primera fila, valores a los que no es fácil acceder de otro modo. Desde cualquier entidad -especialmente las que operan a través de Internet– es posible comprar títulos en los mercados de Francia, Italia o Portugal, y sus tarifas poco difieren de las aplicadas por la banca on line para los mercados nacionales.

Francia, la mejor apuesta

Si la renta variable española muestra síntomas de agotamiento, invertir en las bolsas mediterráneas es una buena opción, especialmente cuando éstas muestren un mejor comportamiento que el de la Bolsa patria. Desde cualquier entidad pueden contratarse los valores de estas plazas, y desde las webs de los bancos y cajas de ahorro los usuarios pueden seguir la evolución de sus índices y la cotización de los valores en la Red, lo que representa una gran ventaja para operar con estos mercados. Además, se pueden contratar en tiempo real, como si de la renta variable española se tratase.

La principal apuesta es la renta variable gala a través de su índice selectivo «CAC 40», uno de los más solventes del panorama internacional, y con una de las ofertas más amplias de las plazas internacionales en estos momentos. Su evolución durante los primeros cuatro meses del ejercicio ha sido negativa, cediendo en torno a un 7%, algo más que el «Ibex-35» pero en sintonía con otras plazas europeas. Este índice recoge a los 40 principales valores que cotizan en el mercado bursátil francés, entre los que se encuentran empresas del sector asegurador (AXA o Cap Gemini), tecnológicas (Vivendi, Schneider o Alcatel Lucent), alimentario (Danone o Ricard Pernod) y ligadas a las energías (Suez o Total Fina). Pero si en algo se distingue esta opción inversora es porque brinda al inversor la posibilidad de apostar por valores de artículos de lujo, que tienen en esta plaza su lugar de referencia, como el emblemático L’Oreal.

Otra de las plazas del área mediterránea europea con grandes posibilidades para canalizar la inversión es la italiana, a través del índice «S&P/MIB», que cotiza este año con un descuento cercano al 9% y ofrece la posibilidad de invertir en valores de primera fila mundial. Por llamativas, destacan dos propuestas que además dotan a esta Bolsa de identidad propia: por un lado, la oportunidad de invertir en clubes de fútbol de gran renombre internacional (Juventus o Parma) que compiten en el Calcio italiano; por otro, la posibilidad de invertir en los principales representantes del mundo de la moda, referencia en todo el mundo, como Benetton, Bulgari o Valentino, por citar sólo algunos de los más famosos. La oferta italiana es tan amplia que se pueden encontrar valores procedentes de todos los sectores, y todos ellos de renombre: Autostrada, Alitalia, Enel, Fiat, Lottomatica, Pirelli o Tiscali.

Las tarifas para operar en estas bolsas están cuantificadas en 20 euros, incluyendo el intermediario financiero

La última de las plazas latinas en que se puede invertir es la portuguesa, que aun siendo la más modesta en cuanto a su oferta, puede suponer una buena oportunidad de inversión para los ahorradores españoles, teniendo en cuenta la cercanía de su plaza. En ella operan empresas conocidas por los inversores domésticos y que, en muchos casos, cuentan con una fuerte implantación en la economía española. Por citar sólo algunos ejemplos, cabe destacar el Banco Espirito Santo, Galp Energia, Portugal Telecom o Sonae. Como en el caso de Italia, también en el parqué portugués se pueden contratar acciones de equipos de fútbol como el F.C. Porto.

Sin comisiones excesivas

Una de las principales ventajas de invertir en alguna de las plazas mediterráneas es que no supone realizar un desembolso superior al que se hace para operar en la nacional, ya que las tarifas que se aplican a estos mercados -en especial las entidades on line- son muy competitivas, y se equiparan a las de los mercados nacionales. En las tres plazas europeas las comisiones para operar están cuantificadas en 20 euros, cifra que incluye la comisión del intermediario financiero. Las comisiones para operaciones de elevado importe para estos mercados son de 0,19 en los casos de Francia e Italia, mientras que en Portugal se eleva hasta el 0,30%.

Estas tarifas estándar para operar con las tres bolsas pueden verse incrementadas en un 20% si las operaciones de compra y venta se realizan de forma tradicional, es decir a través de las sucursales, en lugar de hacerlo a través de la Red.

Características de estos mercados

Conviene analizar los pros y contras derivados de posicionarse en los mencionados mercados para comprobar si merece la pena decantarse por ellos, en perjuicio de la renta variable española o de otros mercados internacionales. No hay que guiarse por ningún dogma, ya que la inversión puede ser oportuna para determinadas épocas, y para otras contraproducente. Todo depende de la evolución de los parqués y de las oportunidades de compra que vayan apareciendo en las sesiones bursátiles.

Ventajas:

  • Invertir en otros mercados que pueden tener un comportamiento mejor que el español.
  • Comprar valores de primera fila internacional que, de otra forma, no podrían contratarse.
  • Acceder a los grandes valores de la moda internacional, en especial en los parqués francés e italiano.
  • Operar con tarifas competitivas, en sintonía con las nacionales y que no suponen un desembolso extra apreciable, en especial en las operaciones on line.

Desventajas:

  • Algunas empresas son desconocidas para el inversor medio, lo que puede dificultar su contratación.
  • Tienen menor peso específico en las informaciones que aparecen regularmente en los medios de comunicación especializados y las webs de Bolsa.
  • El miedo psicológico que produce contratar alguno de estos valores entre los inversores más conservadores, que no están acostumbrados a operar en bolsas internacionales.
HORARIOS DE CIERRE Y APERTURA

El horario de mercados y la hora límite para recepción de órdenes para la misma sesión están sujetos a que haya sesión ese día en la Bolsa. En caso contrario, las órdenes se tramitarán para la próxima sesión.

La gran ventaja de operar con estos mercados europeos -a diferencia de los americanos y asiáticos- es que cuentan con el mismo horario de cierre y apertura que el español (el portugués registra un desfase de una hora con respecto al nuestro). Además, disponen de conexión automática y su calendario bursátil es similar al que se aplica para la Bolsa española, lo que en principio no implica ningún cambio en los hábitos para realizar las operaciones de compra y venta de acciones.

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