Productos financieros basados en el oro

Ofrecen una rentabilidad por encima de la media debido a sus altos precios y su potencial alcista
Por Rosa M. López-Maroto 26 de junio de 2009

El oro se ha distinguido siempre por canalizar gran parte de las inversiones en situaciones de inestabilidad de los mercados, al ser considerado como un valor refugio en los momentos más adversos para la economía. La rentabilidad que está generando en los últimos años ha propiciado que bancos y cajas de ahorro diseñen más productos referenciados al dorado metal, y que donde antes había fondos de inversión, ahora aparezcan warrants y depósitos basados en oro. La razón no es otra que sus altos precios y su potencial alcista ofrecen una rentabilidad por encima de la media.

Plusvalías

La demanda de este metal precioso se ha disparado en el último periodo, reflejando expectativas de un potencial recorrido alcista en el medio plazo, hasta que no se restablezca el equilibrio en los mercados internacionales. El oro mantiene una tendencia alcista impecable con sanas correcciones seguidas de nuevos intentos al alza. Su cotización actual se encuentra entre los 910 y 940 dólares la onza, con una revalorización anual del 7%, pero que se eleva hasta casi el 50% si se toma como punto de referencia el año 2007. Y -lo más importante para los inversores- desde que se inicio la crisis económica en 2008 sus precios obtienen unas plusvalías que superan el 11%, siendo uno de los pocos mercados financieros que se han mantenido en positivo.

Hasta hace poco años los inversores que deseaban invertir en oro sólo podían hacerlo a través de compra física por medio de lingotes, o canalizado por el sector de la joyería. Pero la evolución del metal amarillo ha hecho que se desdoblen los intentos por que este tipo de inversión sea más fácil de contratar por parte de los pequeños inversores, y desde hace unos años se puede comprar a través de fondos de inversión posicionados en las más importantes empresas mineras del mundo. También por medio de la renta variable, adquiriendo acciones de estas mismas empresas que cotizan en algunas de las principales plazas bursátiles internacionales, como la norteamericana y la inglesa.

Desde que se inicio la crisis económica en 2008 los precios del oro obtienen plusvalías que superan el 11%

La mayor penetración de este metal entre los inversores ha propiciado que determinadas entidades financieras hayan llegado aún más lejos creando depósitos y warrants ligados a este metal. De momento no son muchas, pero la demanda de los inversores está cubierta. De hecho una ventaja que ofrecen estos productos es que de forma indirecta el inversor también se puede aprovechar de los movimientos alcistas de este metal sin asumir muchos riesgos, en especial en los referentes a los depósitos, en los que su rentabilidad vendrá dada por la mayor revalorización que tenga el oro.

Renta variable

El «Fondespaña Oro Garantizado» de Caja España es el primer producto de estas características cuya rentabilidad está vinculada al oro. Toma como referente la evolución de este metal mediante el índice «London Gold Market Fixing», y la entidad garantiza el cien por cien del capital invertido, porque es un producto de bajo riesgo. Su principal aportación radica en que el rendimiento está siempre garantizado y podría alcanzar un 12,54% si la apreciación superase el 70%. Este tipo de fondos, denominados en dólares, se distinguen porque invierten en una cartera de empresas de extracción mundial de oro. También se invierte en otras acciones de metales preciosos, metales básicos y de empresas relacionadas con la minería.

En España los inversores tienen dificultades para encontrar fondos que inviertan en oro: sólo las grandes gestoras (Atlas Capital, Renta 4 y Capital Bolsa) lo incluyen entre su oferta. Sin embargo no todos son ventajas, ya que los fondos en oro cotizan en dólares y pueden requerir una cobertura del riesgo de la divisa. Asimismo los importes mínimos de inversión que tiene que desembolsar el inversor son, por lo general, de mayor cuantía que los de cualquier otro fondo y el cliente está obligado a abrir una cuenta corriente en dólares, con el consiguiente coste de dicha operación. Otro inconveniente es que se trata de empresas multinacionales cuya evolución resulta difícil seguir por parte de los pequeños y medianos inversores.

Depósitos y warrants

Hay activos financieros de poco riesgo que permiten optimizar la rentabilidad de los ahorros de pequeños y medianos inversores. Es el caso de los depósitos referenciados al oro, por primera vez comercializados por una entidad financiera (Citibank). Como en cualquier depósito a plazo -en este caso, de 18 meses-, el cliente recibirá a vencimiento cuando menos el 100% del depósito. Además, este producto está garantizado por el Fondo de Garantía de Depósitos en establecimientos bancarios, con los límites establecidos por la normativa vigente en cada momento (actualmente, 100.000 euros por titular). A vencimiento, el depósito devolverá el capital invertido más el siguiente interés: 0% si el oro se revaloriza menos de un 10%, 4% (TAE 2,65%) si lo hace entre un 10% y 25%, 8% (TAE 5,26%) para subidas comprendidas entre un 25% y 50% y un 12% (TAE 7,85%) para revalorizaciones superiores al 50%. El volumen mínimo de inversión en este depósito es de 1.000 euros.

Contratando depósitos el inversor puede aprovechar los movimientos alcistas del oro sin asumir muchos riesgos

Otros productos que han incorporado el metal amarillo son los warrants, a través de las propuestas de varias entidades financieras. La Caixa, por ejemplo, ha lanzado su duodécima emisión de warrants, con la que dará cobertura a ocho nuevos subyacentes, entre los que se encuentra el oro; Société Générale emitirá este verano el primer warrant sobre futuros del oro; y Commerzbank ha presentado en el parqué español seis nuevos warrants ligados a la cotización del oro. Estos instrumentos, calificados como de alto riesgo por parte de los analistas, permiten a los inversores acceder a mercados muy específicos, como es el caso de este metal.

REBOTE EN 2009

El oro puede rebotar de manera espectacular a finales de este ejercicio y alcanzar los 2.000 dólares por onza troy, según señalan los datos de un informe elaborado recientemente por la firma financiera Citigroup. La causa de tal rebote puede encontrarse en las medidas extremas que están tomando los gobiernos para solucionar la crisis económica, soluciones de tal magnitud que según la entidad, “el mundo no volverá a la normalidad”. Si funcionan, todo el dinero que se ha puesto en el sistema provocará un shock en la inflación, que beneficiaría finalmente al oro.

Cabe recordar que el oro cotiza a 928 dólares la onza, lo que supone una revalorización en lo que va de año de casi el 7%, después de que despidiese 2008 a 868 dólares, lo que ha beneficiado a los inversores con posiciones compradoras en cualquier activo financiero basado o referenciado en el oro.

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