¿Qué nos depara la economía en 2012?

Con perspectivas económicas nada halagüeñas, se espera un escenario con más paro, poco crecimiento y más inflación
Por Gracia Terrón 18 de enero de 2012
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Imagen: Images_of_Money

Hoy peor que ayer, pero mejor que mañana. Esta pesimista afirmación es una de las ideas que mejor refleja lo acontecido en los últimos años en el ámbito económico. Recesión, varios países europeos intervenidos, mercados de la eurozona contagiados por la crisis de deuda, cinco millones de desempleados en España. El déficit público, las primas de riesgo y la rentabilidad de las deudas soberanas baten récords… En 2011 se han confirmado los peores augurios de los economistas: podemos volver a entrar en recesión. Para 2012, las perspectivas económicas no son nada buenas. ¿Qué podemos esperar para España y el resto del mundo?, ¿cómo afectará al ciudadano y ahorrador?, ¿cómo prepararse para ello? Los pronósticos dan pistas sobre qué nos deparará el año nuevo en materia económica y financiera.

PIB

España es uno de los países con peores perspectivas económicas para 2012. Numerosos analistas estiman que nuestra economía entrará en recesión, es decir, en lugar de crecer, se contraerá (no generará más riqueza, sino que destruirá parte de la actual y el Estado del Bienestar se deteriorará). La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) prevé la vuelta a tasas negativas de crecimiento en los dos primeros trimestres de 2012, como en el último trimestre de 2011. Los severos planes de recorte del gasto, las menores expectativas de crecimiento internacional y el agravamiento de la crisis de deuda europea justifican el pronóstico negativo.

Si no se genera riqueza, es más que probable que las posibilidades para crear empleo en época de crisis sean muy reducidas

Los analistas de Funcas estiman que la economía española se retraerá un 0,5% el próximo año. La contracción afectará, sin duda, a los ciudadanos. Si no se genera riqueza, es más que probable que las posibilidades para crear empleo sean muy reducidas. Además, ante la situación de debilidad económica, el nuevo Gobierno ya ha impuesto medidas para tratar de hacer frente a los deficitarios ingresos públicos. Suben los impuestos (el IRPF y las retenciones sobre los productos financieros), lo que hará que el ahorro de los ciudadanos sea menor.

Paro

Es uno de los capítulos más negativos. En 2011, España cerró con 4.422.359 parados, lo que elevó la tasa hasta el 22,80%. El panorama, sin embargo, no tiene visos de mejorar. Como consecuencia de la posible recesión, los expertos opinan que es lógico pensar que la tasa de desempleo se mantenga en aumento. Las previsiones de la OCDE apuntan que la tasa de parados llegará al 23% en 2012.

Según la institución, solo mejorará «ligeramente» en 2013. Las previsiones de la OCDE estiman que el nivel de desempleo en España se instalará por encima de los cinco millones de parados tanto en 2012 como en 2013. Funcas no se aleja mucho de estas expectativas. Su pronóstico es que el empleo caerá otro 2% en 2012 y la tasa de paro se situará en el 23%. Para los ciudadanos, este panorama es desolador. Las posibilidades de encontrar empleo, para quienes ocupan las listas del SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal), son todavía escasas y, en la mayoría de los casos, precarias. Además, muchos negocios siguen a las puertas de la quiebra, lo que complica aún más la situación e invita a pensar en el anunciado aumento del número de personas sin empleo.

Para luchar contra este escenario, conviene abrir el abanico de opciones y segmentos en los que trabajar y no encasillarse. En algunos ámbitos, como el de la construcción, el paro arreciará todavía con fuerza. Antes de la crisis, se construían 700.000 viviendas anuales en España, ahora apenas alcanzan las 100.000. Otra salida que comienzan a plantearse y a poner en práctica numerosos ciudadanos españoles es buscar empleo en un país extranjero. Ganan fuerza opciones como Alemania o Suiza, en fase de recuperación más avanzada.

IPC

Pese a que no se generará riqueza económica, los precios continuarán con la tendencia alcista de 2011, que terminó con una inflación del 2,9% (los precios crecieron en este porcentaje en todo el ejercicio). Las previsiones de Funcas apuntan que en 2012 el IPC (índice de precios al consumo) se elevará un 1,6%; los ciudadanos tendrán que hacer frente a una cesta de la compra más cara. En el índice se esperan incrementos en los alimentos básicos, como el pan y hortalizas (tomate o zanahoria).

Se puede invertir en Letras del Tesoro a un año, cuya rentabilidad media es del 3,5%

Para combatir este pronóstico, conviene aplicarse en comparar precios antes de comprar y buscar sustitutivos, tanto en alimentos como en textil. Desde el punto de vista del ahorro, es fundamental tener en cuenta la previsión de IPC para buscar productos financieros capaces de superar esa cota. Solo así el cliente bancario conseguirá mantener su poder adquisitivo. No obstante, con las condiciones actuales, es una misión complicada.

La bajada de tipos decretada por el Banco Central Europeo a finales de 2011 (pasaron del 1,50% al 1,25%) ha supuesto una caída de la rentabilidad media de depósitos y cuentas corrientes, los principales vehículos financieros de sesgo conservador. Las entidades financieras más destacadas han dejado de comercializar imposiciones al 4%, aunque quedan reductos de los cuales el contribuyente se puede beneficiar. Banco Espírito Santo o Banco Finantia Sofinloc, entre otros, remuneran el ahorro al 4%. Las Letras del Tesoro también pueden ayudar a combatir el IPC.

La crisis de deuda sigue sin amainar, algo que mantiene a España en el punto de mira. El Tesoro Público se mantiene presionado por el mercado para pagar más por colocar sus activos. El inversor puede aprovechar estas oportunidades. Hoy en día, las Letras del Tesoro a un año suponen rentabilidades medias del 3,5% en el mercado secundario.

Vivienda

La remontada en el mercado inmobiliario deberá esperar todavía. En 2012, todas las previsiones indican que habrá nuevos retrocesos de precios. En 2011, el precio medio de la vivienda nueva libre cayó un 4%, según datos de Sociedad de Tasación. La empresa estima que el año pasado se iniciaron 81.000 casas, la cifra más baja desde 1985. Según sus cálculos, en los cuatro últimos años de crisis, los pisos se han abaratado un 18,2% sin contar la inflación y un 27%, en términos nominales (descontado el IPC).

Los pronósticos auguran que los precios bajarán aún este nuevo año, como consecuencia de la probable recesión, el aumento de la inflación y las dificultades de la banca para financiar. Se esperan retrocesos que oscilarán entre el 5% y el 10%, de media. En Sociedad de Tasación estiman que mientras la oferta de vivienda nueva seguirá alta, la comercialización será lenta. Con todo, 2012 será un buen año para comprar vivienda. Los interesados disfrutarán de importantes descuentos y de la recién recuperada deducción de hasta el 15% sobre lo aportado (con un máximo de 9.015 euros en la base imponible de cada contribuyente).

Reforma en la banca

Todas las miradas están puestas en los bancos. La necesidad de inyecciones de capital adicionales a las realizadas en 2011 acecha. Según cálculos del Ministerio de Economía, los bancos españoles necesitan 50.000 millones de euros para cubrir pérdidas derivadas por su exposición al sector inmobiliario. En 2012 son posibles nuevas intervenciones por parte del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) y fusiones entre entidades.

¿Cómo afecta esto al ciudadano? Si su entidad cambia de manos, deberá estar atento a las posibles modificaciones aplicadas en su política comercial. Además, víctimas de la crisis de deuda y de la debilidad económica, los bancos se mantendrán muy restrictivos al conceder préstamos. Los tipos de interés de las hipotecas no dejan de crecer.

Crisis de deuda

Es uno de los capítulos abiertos que más incertidumbre representa. En 2011, copó un elevado protagonismo el término prima de riesgo, es decir, la rentabilidad que deben pagar los Gobiernos por colocar su deuda en comparación con Alemania, país de referencia en Europa. Grecia se vio (y todavía se ve) obligado a pagar rentabilidades de hasta el 35% por sus bonos a diez años, Italia abonó el 7% y España llegó casi a este mismo porcentaje.

Quien compre una vivienda disfrutará de importantes descuentos y de la recién recuperada deducción de hasta el 15% sobre lo aportado

Las dificultades para encontrar refinanciación y evitar la quiebra de Grecia están en el epicentro del problema, que amenaza con estallar y afectar a todos los estados europeos si no se consigue un consenso en 2012. En este ejercicio, serán claves las intervenciones del Banco Central Europeo: deberá comprar importantes paquetes de deuda e inyectar liquidez a los bancos. Se espera que actúe como cortafuegos para evitar el contagio a economías solventes y que mantengan los costes de financiación en niveles razonables. El mercado también exige mayor disciplina fiscal y que se flexibilice la postura de Alemania. Si este país cede, el mercado debería asistir a una moderación del riesgo soberano. Si no cede, se extremará la tensión al máximo.

Para el ahorrador español, eso supondrá tener interesantes oportunidades de compra de deuda pública, con tipos de rentabilidad elevados, por encima del precio oficial del dinero (en el 1,25%). Si la tensión se disipa, sin embargo, será beneficioso para que la economía recobre fuelle, ya que facilitará la disminución del gasto público.

Bolsa

Aventurar qué ocurrirá este año en la Bolsa resulta osado. En 2011, el Ibex concluyó con una pérdida del 13%, pero los números rojos ascienden al 28,9% si se tienen en cuenta los dos últimos años. El mercado recoge los mismos miedos que el ejercicio pasado: las expectativas macroeconómicas no ayudan. Pero, en general, es la debilidad del mercado global y el impacto de la crisis de la deuda lo que mantiene desorientados a los inversores, ya de por sí desconfiados.

Algunas casas de análisis, como Renta 4, estiman que el Ibex puede subir un 20% hasta el cierre del ejercicio, aunque aventuran que los altibajos y la volatilidad seguirán muy presentes. Se prevén oscilaciones en el índice entre 7.300 y 11.200 puntos. El ahorrador conservador, por prudencia, debería mantenerse alejado de este mercado de riesgo.

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