La gran flexibilidad de los productos financieros permite a los inversores aprovechar los escenarios más desfavorables para los mercados de renta variable y, de esta forma, ganar dinero durante las caídas de la Bolsa. Esta tendencia es la que aprovechan en toda su amplitud los fondos de inversión inversos, que pueden ser contratados en estas situaciones tan especiales. En este artículo se explica qué son los fondos inversos y cómo sacar rendimiento con ellos.
Fondos inversos: baja la Bolsa, más plusvalías
Baja la Bolsa, más plusvalías. Bajo esta premisa se desarrollan los fondos de inversión inversos. Basan su estrategia en recoger las depreciaciones en los mercados de renta variable: cuanto más bajen, mayores serán los rendimientos que recojan los inversores. Ante esta estrategia, cada vez son más las gestoras que deciden elaborar un producto de estas características y que en la mayoría de los casos están vinculados a los principales índices europeos.
Ofrecen la oportunidad de obtener beneficios muy altos en los movimientos recesivos de los mercados bursátiles. Su potencial de revalorización es en realidad importante, si la tendencia bajista de los mercados se mantiene durante muchas semanas o incluso meses. Pero, por el contrario, son muchos los riesgos que se asumen, si no se materializa este escenario, ya que los pequeños inversores pueden dejarse muchos euros por el camino.
Fondos inversos: ¿cómo son?
Los fondos inversos son un modelo relativamente moderno, y en cualquier caso innovador, que sirve para aprovecharse de todas las situaciones en los mercados de renta variable. Y por todo ello aporta una serie de prestaciones que no todos los inversores conocen en profundidad. Para que puedan estar en condiciones de contratar estos fondos, a continuación se enumeran las características de estos productos financieros.
- Accesibles a todos los usuarios. Estos fondos están en condiciones de ser suscritos por cualquier usuario a través de las ofertas que presentan las gestoras, tal y como ocurre con otra clase de fondos. No conllevan comisiones ni gastos adicionales que penalicen su formalización.
- Rentabilizan las bajadas de las bolsas. A diferencia de los restantes fondos de inversión, las depreciaciones de los mercados no están penalizadas en la evolución de sus títulos. Basan su estrategia de inversión en que se cumpla este contexto, hasta el punto de ser los productos más beneficiosos para los escenarios más recesivos de las bolsas.
- Con propuestas muy puntuales. La oferta confeccionada por las más importantes gestoras no es tan extensa como en otros modelos de inversión. No quedará otra que dirigirse a los índices que están vinculados, ya que no todos están presentes en su cartera de inversión y, en todo caso, elaborados bajo las mismas condiciones en su contratación.
- Ganancias proporcionales a las bajadas. Su mecánica es muy parecida a lo que son los fondos indexados; es decir, replican la evolución de los mercados de renta variable, pero en sentido contrario. Además, no suelen estar ligados a otros activos financieros, tanto de la renta variable como de la fija, como es habitual que suceda con otros fondos más convencionales.
- Generan mayores riesgos. Por las especiales características de estos productos para la inversión, no están dirigidos para todos los ahorradores, sino solo para los que cumplen con una serie de requisitos, entre los que destacan el conocimiento profundo de los mercados bursátiles y su mayor experiencia para operar con estos formatos tan atípicos.
- Recogen tendencias, no caídas puntuales. No son efectivos para aprovecharse de revalorizaciones puntuales en la Bolsa, aunque sean muy acusadas, sino que su practicidad vendrá dada por la tendencia negativa de los mercados financieros. Solo en este escenario podrán rentabilizarse los ahorros con mayor generosidad con rendimientos que pueden alcanzar con facildad los dos dígitos.
Bajo estos modelos de inversión se enmarca una estrategia aún más agresiva que tiene como principal objetivo recoger con mayor amplitud todas las caídas de los mercados de renta variable. Los fondos ultrainversos elevan la rentabilidad sobre los formatos inversos, hasta el punto que sus revalorizaciones son más acusadas. Sus movimientos se basan en que, a medida que los descensos son más acusados en la Bolsa, mayores serán las plusvalías acumuladas, hasta llegar a niveles muy espectaculares y que pocos productos para la inversión ofrecen en estos momentos.
Sus riesgos, por tanto, son mayores. Si bien pueden generarse unas amplias ganancias sobre el importe invertido, a través de estos productos de mayor sofisticación financiera puede perderse una parte muy importante de los ahorros. Por esta razón, no están indicados para todos los perfiles de inversores, sino solo para un modelo muy definido: agresivo, con conocimiento de los mercados y que cuenta con un alto aprendizaje en estos modelos de inversión.
