La emisión de algunas tarjetas de crédito es gratuita, al igual que su renovación, pero casi siempre lo es solo durante un periodo inicial. Aunque en la mayoría de las propuestas no se cobran comisiones de mantenimiento ni administración y el acceso a las tarjetas es libre, en algunos modelos es necesario asociarlos a una cuenta. Además, y a pesar de las bondades de este producto, ciertas tarjetas aplican un tipo de interés elevado en exceso, con una T.A.E. que oscila entre el 20% y el 30%. En estos casos, es más conveniente pedir un préstamo, que con seguridad aplicará un interés más bajo.
Tarjetas gratuitas, solo durante un periodo inicial
Las tarjetas de crédito gratuitas son un producto que puede adquirirse bajo unas condiciones de contratación muy favorables para los intereses de los usuarios, les aportan muchos servicios prácticos y prestaciones de gran utilidad para canalizar su economía doméstica. En principio, su emisión es gratuita, al igual que su renovación, pero esto casi siempre es así solo durante un periodo inicial.
Los elevados intereses que se cobran por los adelantos pueden incrementar el grado de endeudamiento del titular de la tarjeta
Los problemas comienzan cuando estas tarjetas se utilizan con cierta asiduidad. El principal inconveniente son los tipos de interés que se abonan por los adelantos recibidos. Si bien algunos modelos carecen de intereses, para ciertas tarjetas superan el 20%, un porcentaje más alto que el de otras fórmulas de financiación (créditos personales, al consumo, preconcedidos…). Esto puede repercutir en la subida del grado de endeudamiento de sus titulares.
Tarjetas «gratis» para jóvenes
Algunos bancos y cajas de ahorro, como estrategia para captar y fidelizar clientes, han diseñado este tipo de tarjetas gratuitas para los usuarios más jóvenes.
- Además de que carecen de intereses, brindan más prestaciones a sus portadores, con ofertas para sus necesidades particulares de consumo.
Respecto a los plazos de amortización, no son demasiado homogéneos. Oscilan desde un mínimo de tres meses a un máximo de cinco años.
El límite de cada tarjeta para las compras o retiradas en el cajero automático se mueve en una franja también muy amplia: entre 200 y 6.000 euros diarios.
Para acceder al producto, en ocasiones, es necesario contratar una cuenta asociada con la entidad. En otros casos, hay que formalizar otros productos como fórmula para vincularse más con el banco.
Algunas tarjetas contemplan una comisión de gastos de gestión de pago aplazado o por demora en los mismos. Esto puede encarecer de manera notable el uso de la tarjeta.
BBK ha lanzado la tarjeta VISA BBK 26, con un tipo de interés cero y cuya financiación alcanza 12 meses, con una línea de crédito máxima de 300 euros al día. No requiere abrir una cuenta asociada a la entidad ni contratar otros productos. Está exenta de cuota de emisión y renovación. Incluye un seguro de accidentes como elemento adicional.
La tarjeta Repsol Máxima, de Ibercaja, también tiene cero intereses y un límite de compras de hasta 200 euros diarios. En este caso, sí es necesario abrir una cuenta asociada con la entidad. No tiene comisiones durante el primer año. Se incluye un seguro por compras y se brinda la posibilidad de acogerse a descuentos en el grupo que da origen a su denominación.
La Tarjeta Sin de Banco Sabadell brinda un límite diario para compras de 1.700 euros. No incluye intereses, pero su plazo de amortización es de tres meses como máximo. Para acceder a este producto, es necesario abrir una cuenta asociada. Por otra parte, conlleva una comisión de gastos de gestión de pago aplazados de 2,50 euros al mes. Incluye un seguro de uso fraudulento, de protección de compras y accidentes.
BBVA se ha decantado por la tarjeta Después blueBBVA, con una T.A.E. del 0%, para disponer un límite diario de compras de hasta 2.000 euros. También en este caso se necesita abrir una cuenta con la entidad. Está destinada a jóvenes de hasta 20 años, que no pagan comisiones por su contratación.
El Banco Pastor cuenta con la Tarjeta Mini, que se caracteriza porque si bien no aplica intereses, sí incorpora un interés por demora del 21,34%. El plazo máximo de amortización es de seis meses. Es necesario asociarla a alguna cuenta de la entidad y cuenta con un seguro de accidentes.
La Tarjeta VIT es la apuesta de Caja Vital, cuya T.A.E. es del 13,6%, con un límite diario para compras que llega a 6.000 euros. Esta propuesta supone la contratación de un seguro de uso fraudulento, accidentes y asistencia en viajes. Como principal particularidad para su comercialización, destaca la devolución anual del 1% de las compras realizadas con este medio de pago.
Otro “plástico” que reúne estas características es la tarjeta VISA Oro de ING Direct, aunque aplica una T.A.E. del 15% y está vinculada a la Cuenta Naranja. Esta opción incluye un seguro de accidentes y la devolución de entre un 2% y un 3% en diferentes productos de consumo.
Novacaixagalicia incluye en su oferta la tarjeta VISA Clip, con una T.A.E. del 16%, con un plazo de devolución de tres años, sin la necesidad de asociarla con ninguna cuenta ni cambiar de banco. Entre los seguros incluidos en esta propuesta destacan el de uso fraudulento, asistencia y accidente en viajes.
Para los jóvenes de entre 14 y 25 años, Sa Nostra aporta la VISA Conek-t, que aplica una T.A.E. del 18% para límites diarios de compra que alcanzan 3.000 euros. Hay que asociarla a alguna cuenta de la entidad. Incluye un seguro de accidentes y asistencia en viajes, y la devolución del 3% de las compras realizadas.
La tarjeta Mastercard Unidúo, de Unicaja, tiene una T.A.E. del 20,9%. Sus titulares pueden acudir a determinados establecimientos para realizar compras con una financiación preferente.
Santander Consumer presenta otro modelo similar a través de la tarjeta Eroski Red, cuya T.A.E. es del 21,7% y aplica un interés por demora del 2%. El plazo de devolución, sin embargo, es más llevadero, ya que llega a dos años. Dispone de un límite diario de compras de 6.000 euros, sin necesidad de abrir una cuenta con la entidad, y brinda la posibilidad de suscribir de manera gratuita un seguro de accidentes, así como el acceso a financiaciones especiales en este centro de distribución nacional.
La aportación de Citibank se ha materializado bajo la tarjeta Crédito Vinculada. Su T.A.E. es del 26,8% y es necesario abrir una cuenta para acceder a sus prestaciones. Se puede conseguir un seguro de viajes y otro de protección de compras de forma gratuita. Sin comisiones en las operaciones habituales, está vinculada a la cuenta Todo Cuenta.
Self Bank ha incorporado a su oferta la tarjeta VISA Crédito Clásica, por la que se puede obtener una financiación máxima de hasta 12 meses, en los que se aplica una T.A.E. del 26%. Es preciso abrir una cuenta en esta entidad financiera.
La tarjeta MasterCard Ampans es la propuesta de CatalunyaCaixa. Tiene un recargo en la T.A.E. del 29,2%, por encima de la media bancaria. Su plazo de amortización llega a los 12 meses. Permite obtener descuentos del 3% en algunas estaciones de servicio.
Se caracteriza por ser un medio de pago solidario: la entidad catalana cede un 0,10% de la facturación global de estas tarjetas a AMPANS (Asociación Manresana de Padres de Niños Subdotados).