Fundación Grupo Eroski presenta la segunda edición del «Barómetro del Consumidor»

El Barómetro del Consumidor de Fundación Grupo Eroski ofrece un análisis de la percepción de los consumidores frente a las compras electrónicas
Por EROSKI Consumer 28 de noviembre de 2002

Fundación Grupo Eroski ha hecho público, en Madrid, el Barómetro del Consumidor 2002, un macro-estudio de opinión elaborado por el Instituto de Empresa. Los datos principales de esta segunda edición son comparables con los surgidos del Barómetro de 2001.

El Barómetro del Consumidor, una iniciativa de Fundación Grupo Eroski, estudia el comportamiento y opinión del consumidor en diversos temas relacionados con el consumo, entre otros: la confianza ante los alimentos, la información sobre el consumo, la compensación del gasto, la repercusión de la implantación del euro en los precios e Internet como medio de compra.

La principal conclusión del Barómetro del Consumidor 2002 es que el consumidor español se muestra razonablemente confiado en la seguridad de los alimentos, pero sin mejorar la confianza registrada el año pasado. La confianza es más alta cuanto más «natural» y menos manipulado sea el producto. Mejora la posición de la carne. Asimismo, el grado de seguridad al consumir alimentos es satisfactorio y se mantiene similar al del año pasado. Y el consumidor confía, pero con matices: la confianza en las marcas de alimentación es aceptable, pero varía mucho según el tipo de marcas. La confianza en los comercios es buena y los restaurantes rozan el notable en confianza, pero los de comida rápida suspenden.

El Barómetro del Consumidor 2002 se apoya en una amplia encuesta de opinión, compuesta por 5.000 entrevistas realizadas en toda España, estratificadas por áreas geográficas y en diversos segmentos de consumidores. La encuesta está concebida como un barómetro capaz de medir actitudes y percepciones del consumidor, y se constituye en instrumento de medición en el tiempo, al otorgar un carácter sistemático a los resultados.

Otras conclusiones de interés del Barómetro del Consumidor 2002 apuntan que el consumidor no se siente bien informado: la satisfacción ante la información sobre temas de consumo es sólo aceptable y no mejora. La peor es la de los servicios de tintorería.

Asimismo, la información proporcionada por las marcas es sólo aceptable, y la de los establecimientos dista mucho según de cuál se trate: la peor, la de aseguradoras y entidades bancarias.

El Barómetro del Consumidor 2002 señala igualmente que la mejor información la ofrece el entorno más próximo: la fuente que más contribuye a que el ciudadano esté bien informado sobre temas de consumo es «amigos, familiares y conocidos». Fabricantes y Administración contribuyen mucho menos de lo que cabría esperar. No se fía de la Administración: la fuente más creíble en temas alimentarios es «familiares, amigos y conocidos», seguida de médicos (6,9 ptos). Las menos creíbles: Administración, fabricantes y medios de comunicación.

Otras conclusiones del estudio señalan que la información más consultada en las etiquetas es la fecha de caducidad y el consumidor se siente poco compensado por el gasto en productos y servicios. Reclama poco y con escasas respuestas satisfactorias a las reclamaciones efectuadas y entiende que es él mismo quien mejor defiende sus intereses como consumidor. Aumenta la experiencia de consumo de productos ecológicos. La adaptación al euro resultó fácil, pero advierte un encarecimiento de los precios. Internet no termina de asentarse como medio de compra, y se muestra reacio a pagar por servicios que ahorren tiempo en la realización de la compra.

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