El Ejecutivo comunitario ha propuesto una serie de medidas para frenar la especulación con las materias primas. Entre éstas destacan la limitación de las operaciones con derivados financieros en este mercado o impedir que la política comercial de la Unión Europea (UE) pueda usarse como palanca para garantizar el acceso a productos como el cobalto o las tierras raras, que se concentran en China, Rusia, Brasil y República Democrática de Congo.
La Comisión Europea (CE) ha alertado de que «la reciente volatilidad en los precios de las materias primas amenaza con aumentar la inflación» y ha denunciado que este mercado «está cada vez más distorsionado debido a las medidas proteccionistas» como las adoptadas por China. El acceso a estos productos es «crucial» para la competitividad de la industria de la UE. Bruselas admite que una parte del reciente aumento del precio de las materias primas se explica por el aumento de la demanda global. No obstante, considera que algunas de las operaciones especulativas «pueden estar totalmente desconectadas de los fundamentos de los sectores de materias primas en cuestión y buscar únicamente aprovecharse de los movimientos del mercado».
La CE plantea en primer lugar aumentar la transparencia en el mercado de derivados de materias primas, incluidas las agrícolas, con el objetivo de saber «quién hace qué», según ha explicado el comisario de Servicios Financieros, Michel Barnier. Además, el Ejecutivo comunitario propone que los reguladores vigilen de forma más estricta las posiciones de los diferentes actores en el mercado, es decir, la cuota que ocupan, y plantea introducir «la posibilidad de imponer límites de posición en caso de necesidad», ha destacado Barnier.
Bruselas defiende en segundo lugar una «diplomacia de las materias primas» con el objetivo de que la UE se garantice el acceso a las materias primas imprescindibles en sus negociaciones bilaterales o multilaterales con sus principales socios comerciales. Esta diplomacia deberá concentrarse en China, Rusia, República Democrática del Congo y Brasil, de donde provienen la mayoría de estos materiales, así como en la cooperación entre UE y África. También incluirá prioridades como la eliminación de las restricciones ilegales a la exportación y a las inversiones.
Por último, la Comisión Europea aboga para que se mejoren las normas europeas que puedan facilitar las actividades mineras sostenibles dentro de la UE para obtener este tipo de materiales.