El ICEX será una entidad pública empresarial para apoyar la competitividad de las empresas internacionalizadas

El Ejecutivo pretende que el Instituto se convierta en un prestador de servicios de alto valor añadido y ente financiador de los proyectos de internacionalización viables
Por EROSKI Consumer 4 de abril de 2011

El Instituto de Comercio Exterior (ICEX) se convertirá en una entidad pública empresarial con el fin de sentar las bases de su futuro y reforzar su capacidad financiera y de gestión en apoyo de las empresas que se internacionalizan. El Ejecutivo central aprobó esta decisión en el Consejo de Ministros del 1 de abril por la relevancia que ha adquirido la exportación en la recuperación económica de nuestro país, «gracias a la iniciativa de muchos empresarios emprendedores y al apoyo que han recibido de instituciones como el ICEX», explicó el Gobierno.

La finalidad es dotar al ICEX de una mayor capacidad de gestión de los fondos que recibe del Estado, de forma que «pueda aprovechar al máximo su operatividad y servicio a las empresas», señaló el Ejecutivo. En esa labor, la mejora de la competitividad y la financiación de las pymes «juegan un papel muy importante y es necesario que desde el ICEX se puedan poner en marcha estrategias de apoyo con agilidad y eficacia», añadió. Este proceso se necesita que el Instituto pase de ser un mero agente cofinanciador de empresas en el exterior a fondo perdido a un prestador de servicios de alto valor añadido y ente financiador de los proyectos viables que se presenten. La reforma del organismo se debe concretar en modificaciones de la normativa reguladora del ICEX que se aprobará próximamente.

En España había a finales del año pasado más de 109.600 empresas exportadoras, un 2% más que un año antes. Esa cantidad no ha dejado de crecer en los últimos tres años, de forma que en España hay ahora doce mil empresas más que exportan que a finales de 2007. El objetivo que se persigue ahora con la reforma del ICEX es mantener un incremento anual de tres mil nuevas empresas exportadoras, de forma que la exportación «se consolide como uno de los pilares estructurales del crecimiento económico futuro de nuestro país», señaló el Ejecutivo. El sector exterior aportó 1,1 puntos al PIB el año pasado, lo que compensó la caída de la demanda interna, y se estima que «cada 10% de aumento de la exportación equivale a la creación de 270.000 empleos», aseguró.

Además, la irrupción de las grandes economías emergentes como Brasil, India o China ha «trastocado de forma radical las pautas de funcionamiento de los mercados mundiales y, con ello, las estructuras de apoyo a desarrollar por los Estados». El nuevo ICEX está pensado para adaptarse a este cambio y apostar por la mejora de la competitividad de las empresas que operan en un mercado ya globalizado, en el que la innovación y la diferenciación de los productos son las claves de futuro, explicó el Gobierno.

Ese nuevo escenario mundial también obliga a acudir cada vez más a esos mercados de alto potencial de desarrollo para colocar los productos y servicios españoles y reducir en lo posible la dependencia de la Unión Europea (UE) de casi el 67% de las ventas españolas al exterior. Uno de los objetivos marcados en la nueva etapa del ICEX es llegar a la próxima década con un grado de diversificación geográfica que permita que el 50% de las exportaciones españolas se dirijan a mercados fuera de la UE.

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