La familia española es cada vez más autónoma, pero pierde apoyo y ayuda, según un informe

La vida familiar en España está inmersa en un proceso de cambios profundos
Por EROSKI Consumer 25 de marzo de 2002

La familia tradicional española ha perdido su fuerza vinculante y ha dado paso a un modelo de mayor libertad e individualidad, pero sin embargo, sigue siendo un referente social de apoyo afectivo para los ciudadanos, según el Informe España 2002 del Centro de Estudios del Cambio Social (CESC), dirigido por la Fundación Encuentro.

La vida familiar en España, como en el resto de países desarrollados, está inmersa en un proceso de cambios profundos que la han arrastrado desde su modelo tradicional hacia una «mayor libertad en la conformación de los proyectos vitales y familiares de las personas».

Este proceso implica, según el informe, una individualización donde la característica más destacada es la aspiración de la mujer a ocupar un lugar más allá del propio ámbito de la familia y trazarse una carrera profesional.

También caracterizan a la individualización aspectos como una «erosión de la tradicional solidaridad familiar». Consecuencia de estas características, dice el Informe España 2002, es la «normalización del divorcio o de segundos y terceros matrimonios o parejas, lo que afectaría negativamente a la articulación de la red familiar al introducir confusión e incertidumbre».

Además, asegura, «la orientación profesional de las mujeres acabaría con su papel preeminente en la red de sociabilidad familiar y en la articulación de los flujos de ayuda mutua».

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