Las hormonas son las responsables de las diferencias de percepción entre sexos, según un estudio

El informe revela que los hombres tienen más facilidad para aparcar y las mujeres para aprender idiomas
Por EROSKI Consumer 2 de mayo de 2003

Las diferencias de percepción que se advierten entre los hombres y las mujeres se deben fundamentalmente al mayor o menor flujo de hormonas sexuales en la sangre. Así se desprende de las conclusiones de un estudio realizado por un equipo de investigadores alemanes perteneciente a la Universidad de Bochum (oeste).

Los científicos responsables de la investigación constataron, después de diversas pruebas relacionadas con la orientación, que las mujeres, cuando están en su nivel más bajo de hormonas femeninas -es decir, durante la menstruación- alcanzan los mismos promedios que los hombres.

En un artículo publicado en la revista científica «Rubin», psicólogos y neurólogos de la Universidad de Bochum coinciden en el hecho de que durante el ciclo menstrual se acentúa la asimetría entre los lóbulos cerebrales. En los hombres, esa asimetría es básicamente más pronunciada. «Lo interesante», señalan los facultativos, es que «esa pequeña diferencia queda en suspenso por lo menos una vez al mes».

Los resultados de la investigación elaborada en la universidad alemana parecen respaldar la opinión ampliamente difundida de que las mujeres tienen más dificultades para aparcar un coche que los hombres, pero son capaces de aprender idiomas extranjeros mejor que sus congéneres del sexo opuesto.

El equipo de investigadores sometió a pruebas de orientación espacial a una muestra de mujeres durante sus periodos de mayor o menor nivel de hormonas en sangre para determinar las diferencias. Durante la menstruación, las mujeres alcanzaron los mismos resultados de los hombres, mientras que su rendimiento descendía considerablemente durante la fase lútea (del decimocuarto al vigésimo octavo día del ciclo menstrual), de mayor nivel hormonal en la sangre.

«Nuestras investigaciones muestran que la asimetría varía fundamentalmente con la fluctuación de la progesterona», advierten los especialistas que han colaborado en el estudio. Esto lleva a la conclusión de que, durante el ciclo menstrual, las facultades visuales y de orientación espacial cambian radicalmente, afirman.

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