Antideslizantes para superficies húmedas

Líquidos, de aluminio o en forma de cintas, los tratamientos antideslizantes son sencillos de aplicar y evitan peligrosos accidentes en el hogar y la calle
Por María José Abad 5 de noviembre de 2007

Casi todo el mundo se ha llevado alguna vez un susto en la bañera o en plato de ducha al perder pie y estar a punto de caer. Para acabar con los resbalones en el baño existen nuevos productos que sustituyen a las tradicionales alfombrillas de goma y los adhesivos convencionales. Pero estos productos, cuya aplicación aumenta hasta en seis veces la resistencia al deslizamiento, no están indicados sólo para ser utilizados en el baño, sino en todos los lugares donde existe peligro de deslizamiento, como las zonas húmedas, con agua, o en superficies pulidas.

Los tratamientos antideslizantes más modernos son los líquidos, cuya acción radica en una modificación de la estructura cristalina de las superficies minerales, creando una red de microporos que las convierte en superficies seguras sin necesidad de obras. El producto reacciona químicamente, transformando la estructura física del suelo y generando un efecto ventosa, que aumenta la capacidad de agarre. Es recomendable su uso en suelos de origen pétreo: gres, azulejo, plaqueta, mármol, granito, terrazo y hormigón pulido. También es útil aplicarlo alrededor de las piscinas y en las zonas exteriores de los chalets que con la lluvia, el rocío o la escarcha pueden convertirse en pistas de patinaje.

El producto líquido transforma la estructura física del suelo y genera un efecto ventosa que aumenta la capacidad de agarre

Los antideslizantes líquidos pueden encontrarse tanto en envases pequeños destinados al uso doméstico, como en tamaño grande para uso profesional. Los envases pequeños suelen tener 150 mililitros, cantidad suficiente para cubrir una bañera, y se presentan en formato spray, lo que facilita su aplicación por toda la superficie. El precio de este envase suele rondar los treinta euros, y puede adquirirse bien haciendo un pedido on-line, o comprándolo en tiendas especializadas, e incluso en farmacias.

La principal ventaja que ofrece esta opción antideslizante es la rapidez de secado, en relación a su tiempo de acción a pleno rendimiento (se estima que unos diez años). El tiempo necesario de secado en las bañeras y duchas construidas en chapa de acero o hierro esmaltadas es de dos minutos, y de 12 minutos para los platos de ducha de porcelana vitrificada. Otra de sus ventajas es que el aspecto estético de la superficie donde se haya aplicado el producto no cambia, ya que es una cobertura transparente.

Sencilla aplicación

Una condición imprescindible para que el producto sea efectivo es seguir las instrucciones de uso. Si se hace de forma correcta, el cuidado de estas superficies es sencillo. Para aplicar el producto la superficie que se va a tratar debe estar limpia, por lo que se recomienda enjabonar cuidadosamente toda la zona. A continuación se debe empezar a extender el producto en la parte más alejada del desagüe, e incidir en esta zona, hasta agotar el producto. Después de esperar los minutos correspondientes al secado, se quita el tapón de la ducha, y se aclara. Si el producto ha sido aplicado correctamente, el área tratada queda ligeramente atenuada en su color para identificar la zona segura de antideslizamiento.

Para hacer la limpieza de la zona tratada es recomendable realizar una vez al mes un enjabonado profundo utilizando un cepillo de cerdas blandas, y frotar enérgica y repetidamente toda esa área. Sin embargo, no se deben utilizar para su limpieza productos que dejen capas o sean abrasivos, usando preferentemente detergentes líquidos y cuanto más neutros mejor. Para una total eficacia no se deben dejar restos de geles, aceites o cremas en la bañera o plato de ducha.

Escaleras y rampas

Existe otra forma de evitar resbalones, un método muy distinto de las aplicaciones líquidas sobre una superficie concreta. Se trata de unos perfiles de aleación de aluminio, especialmente recomendados para su incrustación en escaleras y rampas. El perfil de aluminio, de sección reducida se clava en la suela del calzado, e impide la pérdida de adherencia.

El perfil de aluminio se clava en la suela del calzado e impide la pérdida de adherencia

Para su instalación basta con realizar una ranura de poca profundidad, para posteriormente acoplar y pegar la pieza, con puntos de silicona (que permite en un futuro y de ser necesario, la fácil sustitución del perfil) o las habituales resinas. El desgaste de estas láminas está intrínsecamente relacionado con el uso al que las sometamos, pero es evidente que en un domicilio particular el deterioro será menor que si hablamos de un edificio público.

Lo ideal es instalarlo en el taller y realizar una ranura en el material antes de ser colocado. De este modo se consigue, además de un perfecto efecto antideslizante, un precio más económico ya que la colocación «in situ», es algo más costosa. Los perfiles se distribuyen por metros y el precio oscila entre 2,95 y 3,52 euros. A estos costes siempre hay que añadir la mano de obra para la instalación de las láminas, que debe hacerse por profesionales. Se recomienda colocar como mínimo una banda por peldaño, aunque también pueden ser dos; y en las rampas, una cada 8 u 10 centímetros.

Opciones más sencillas

Otra opción más sencilla y tradicional es la colocación de cintas antideslizantes compuestas por partículas abrasivas. Es el caso de las cintas Safety Walter (3M), que tienen la ventaja de ofrecer una amplia gama de colores, y diferentes tipos de agresividad según la superficie en la que vayan a ser colocadas.

Las bandas de agresividad alta se suelen colocar en escaleras y rampas, y se pueden comprar de grano fino en los colores negro, marrón, transparente o verde; en grano grueso, en negro. Las bandas de agresividad media suelen colocarse en zonas como los bordillos de las piscinas y pueden comprarse en gris y negro. Las de agresividad baja, que suelen colocarse en las bañeras, tienen poca rugosidad ya que estarán en contacto con los pies descalzos de las personas. Se pueden encontrar en blanco y transparente.

Múltiples aplicaciones

Las soluciones antideslizantes líquidas tienen más aplicaciones de lo que pudiera parecer en un principio. Basta dar un paseo por la ciudad para observar cómo están presentes en las principales calles, en aceras, aeropuertos, centros de salud, cajas de ahorro, centros comerciales… Tienen un inmenso potencial de aplicación que llega incluso a los propios hogares.

Además, muchos de estos productos líquidos antideslizantes tienen su propia patente. Con estas “fórmulas mágicas” que convierten un suelo resbaladizo en otro antideslizante, muchas compañías han logrado en más de una ocasión importantes premios otorgados a los mejores inventos o las mejores soluciones originales.

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