Cómo ahorrar en el consumo de electricidad

Con la nueva subida de la luz se imponen pautas de ahorro sencillas, como apagar las luces de casa cuando no se utilicen o racionalizar el uso de los electrodomésticos
Por José Ignacio Recio 2 de julio de 2012
Img bombilla
Imagen: Anton Fomkin

Cifras elevadas de paro, recortes en sanidad y educación, bajadas y congelación de salarios… Además de la política de austeridad aplicada estos últimos años, desde el 1 de octubre se ha producido un nuevo incremento en el recibo eléctrico, el cuarto en este año. Por ello, se hace imprescindible ahorrar en electricidad para intentar llegar a fin de mes. A lo largo de este artículo se brindan algunos sencillos y efectivos consejos para intentar gastar menos en esta energía, como aprovechar la luz solar, apagar luces innecesarias o racionalizar el uso de los electrodomésticos.

Sencillas pautas de ahorro

Tras el verano, lleno de distracciones y descanso, llega la vuelta al trabajo, un nuevo curso… y una nueva subida en la factura eléctrica, la cuarta en 2013. Los hogares españoles deberán hacer un desembolso extra para afrontar este consumo básico, que se añade a los gastos sufridos con la vuelta al cole y el inicio del curso.

El 15% de la factura eléctrica mensual de un hogar corresponde a la iluminación

No es de extrañar, por tanto, que los usuarios deban ahorrar si desean poder llegar a fin de mes. Para ello, basta con poner en marcha unas pautas de comportamiento sencillas y conocidas por todos, que racionalicen el uso de las fuentes de consumo de que se disponga en el hogar.

  1. Aprovechar la luz solar. Aunque hayan terminado los meses estivales, una óptima estrategia para ahorrar luz es utilizar la solar. Aún no anochece demasiado temprano, y conviene aprovecharla al máximo.

  2. Utilizar bombillas de bajo consumo. Se pueden sustituir todas las bombillas por las de bajo consumo. Tienen una vida útil mucho más larga que las incandescentes, emplean menos energía eléctrica (entre un 50% y un 80% menos) y generan la misma iluminación. Su uso tiene efectos inmediatos en la factura eléctrica. Son más caras, pero merece la pena instalarlas en todas habitaciones, ya que el ahorro se reflejará en el recibo de los siguientes meses.

  3. Apagar luces innecesarias. El 15% de la factura eléctrica mensual del hogar corresponde a la iluminación. Se deben evitar situaciones que pueden elevar el gasto, como dejar encendidas las luces o aparatos en habitaciones en las que no se está, o que en una misma habitación haya sobreiluminación. Son circunstancias comunes, en las que apenas se repara, pero que encarecen de modo significativo la cuenta final de la luz.

  4. Racionalizar la utilización de los aparatos domésticos. Es posible hacer un uso más racional de los aparatos tecnológicos (reproductores, televisión, ordenadores…); hay que apagarlos cuando no se utilizan o emplear los programas que llevan incorporados algunos de ellos para combatir su alto consumo. En lo que respecta a las lavadoras o lavavajillas, se aconseja poner en marcha estos electrodomésticos en menos ocasiones, con la carga máxima siempre.

  5. Ahorrar en las cocinas eléctricas. Se puede rebajar la factura eléctrica al cocinar con vitrocerámicas, fuegos eléctricos, etc., si unos 5 o 10 minutos antes de terminar la cocción del plato elegido, se apaga, ya que con el calor residual se termina el proceso de elaboración de la comida. Y no es recomendable abusar de esta fuente de energía, que tiene uno de los consumos más elevados en todo el hogar.

Ahorro en función de los aparatos del hogar

No es lo mismo aplicar una estrategia de ahorro en la cocina eléctrica, que tiene un consumo de 6.000 a 8.000 vatios, que hacerlo para una licuadora que solo llega a 500 vatios. De ahí que las mayores medidas de ahorro se deban aplicar a los aparatos de mayor consumo (cocina eléctrica, lavadora o lavavajillas).

Para optimizar el uso de cada electrodoméstico, y no arruinarse en el intento, es importante conocer su consumo:

  • Cocina eléctrica: 6.000/8.000 W.
  • Lavadora: 2.000/3.000 W.

  • Lavavajillas: 2.000/3.000 W.

  • Plancha: 1.000/1.500 W.

  • Microondas: 500/1.500 W.

  • Nevera: 300/800 W.

  • Televisor: 50/200 W.

  • Equipo de música: 50/200 W.

  • Ordenador: 200 W.

  • Radio: 100 W.

  • Secador de pelo: 300/500 W.

  • Aspiradora: 1.000/1.500 W.

  • Cafetera exprés: 800/1.000 W.

  • Licuadora: 300/500 W.

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