El calentador solar doméstico

Permite ahorrar hasta un 30% de la factura de la luz
Por EROSKI Consumer 30 de junio de 2005

Los calentadores solares de uso doméstico son aquellos que emplean la energía proveniente del sol para calentar el agua de la casa. Las innovaciones tecnológicas permiten que hoy en día cualquiera pueda instalar en su vivienda un sistema de agua caliente de estas características.

El funcionamiento es sencillo: una placa orientada al sol calienta el agua contenida en un depósito, también llamado boiler, que está conectado a una o varias tuberías que la distribuyen. Es ideal para calentar el agua empleada en la ducha, en la cocina, etc.

Las ventajas de un calentador solar son claras. Por un lado, se ahorra en la factura de la luz o el gas, puesto que el sol es gratis. El inconveniente es la inversión inicial, aunque se amortiza relativamente pronto, puesto que no existen gastos de mantenimiento. Se estima que el ahorro en la factura total del gas es de un 80% y un 30% en el gasto de electricidad.

Por otra parte, este tipo de instalaciones evitan las emisiones contaminantes de otras energías como las producidas por combustión .

A la hora de comprar un calentador solar conviene tener en cuenta algunos aspectos:

–Cuántas personas viven en la casa. De esta forma se puede calcular el agua caliente que se consume a diario en el aseo personal o acciones similares.

–El gasto de agua caliente para el lavado de la vajilla y la ropa. Si se suman estos consumos a los anteriores se conocerá el total del gasto doméstico.

Estos puntos son muy importantes, puesto que el tamaño del calentador dependerá de ellos. Una manera sencilla de calcular el gasto es multiplicar el número de personas que viven en la casa por unos 60 litros, que es el gasto medio aproximado por persona y día. Así, una familia de cuatro personas necesitará un calentador de, al menos, 240 litros.

Un calentador solar con una capacidad de 140 litros, ideal para dos personas, tiene un precio que ronda los 1.500 euros, dependiendo de modelos. La vida útil de estos aparatos es de unos 25 o 30 años, aunque se puede alargar más si se limpia periódicamente la cubierta y se mantiene la instalación en buenas condiciones.

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