Facturas de luz, incompatibles con la lectura de contadores

El Ministerio de Industria impone la lectura bimestral, pero las facturas pueden continuar "hinchadas"
Por Gracia Terrón 3 de junio de 2011
Img bombilla
Imagen: Anton Fomkin

Resulta chocante, pero pagar según se consume todavía es un mito en el campo de la electricidad. Es curioso, pero el pago de la factura (con carácter mensual) no coincide con el de la lectura de los contadores (realizado, en ocasiones, una vez al semestre). Con este sistema, la primera conclusión a la que se llega es clara: cinco de cada seis facturas pueden estar basadas en estimaciones, y no en el consumo real, lo que implica que numerosos consumidores pagan de más en sus recibos. Las múltiples reclamaciones que se han registrado en los últimos tres años han desembocado en una nueva normativa para las compañías eléctricas. El Ministerio de Industria acaba de aprobar una disposición que fija la lectura bimestral de los contadores. Lejos de resolverse los problemas, las asociaciones de consumidores ven aún incompatibilidades y erosión de derechos para los ciudadanos. Las facturas seguirán hinchadas. Por ello, reclaman la lectura mensual de contadores.

Cambios insuficientes

Desde hace ya tres años, los consumidores españoles pagan cada mes sus facturas de la luz. En 2008, el Gobierno aprobó un Real Decreto que cambió el sistema de pago de la electricidad, que pasó de ser cada dos meses a mensual. Sin embargo, aunque pueda resultar sorprendente, la lectura del contador se realizaba aún con una periodicidad superior, lo que significaba que las facturas, en muchas ocasiones, no se ajustaban al consumo real. Por ley, hasta ahora, las lecturas reales de los contadores de luz podían realizarse de forma semestral y, con carácter general, cada dos meses.

La lectura semestral provocaba numerosas desviaciones entre las facturas y el consumo real

En algunas comunidades, como País Vasco, la lectura de la luz se realizaba ya cada dos meses. No obstante, en el resto de España algunas compañías eléctricas realizaban la lectura una vez al semestre, lo que provocaba numerosas desviaciones entre las facturas y el consumo real. En ocasiones, las quejas se generaban por las facturas desproporcionadas que enviaban las compañías.

El Ministerio de Industria ha aprobado una disposición (publicada en el Boletín Oficial del Estado el pasado lunes) para acabar con el problema y las numerosas quejas de los consumidores: a partir de ahora, las lecturas de la luz se realizarán con periodicidad bimestral y solo podrán hacerse cada seis meses si se cuenta con un consentimiento expreso del cliente.

Norma ineficaz

El nuevo sistema de tarificación, no obstante, sigue sin convencer. Desde una de las pricipales organizaciones de consumidores, se considera que la nueva determinación seguirá sin ser eficiente. Esta resolución no supondrá importantes cambios para los ciudadanos y exigen que la lectura de los contadores se realice de forma mensual, del mismo modo que se efectúa el pago. Solo de esta manera el recibo de la luz se ajustaría a lo consumido y se evitaría el pago de facturas «hinchadas» o desproporcionadas. Para la planificación familiar, también sería más positivo la lectura mensual, ya que evitaría recibir algunas facturas desproporcionadas, que pueden estar basadas en previsiones erróneas.

Sin ir más lejos, puede ser el caso de numerosos hogares que adelantan sus vacaciones y que, por tanto, reducen el consumo de luz al mínimo en su domicilio habitual durante el periodo estival. Si la compañía toma para el cálculo los consumos del año anterior, la factura final reflejará una fuerte desviación con la realidad.

Se critica, además, la falta de sanciones a las eléctricas que incumplen con los plazos de lectura de contadores (bastante abundantes), lo que les lleva a pensar que la nueva normativa tampoco solucionará nada.

Pocas mejoras

Sí verán mejoras en la norma quienes cambien su potencia contratada. Según la anterior normativa, las facturas se realizaban mediante una estimación en función de consumos históricos. Esto implicaba que, si el cambio de potencia se realizaba justo después de una lectura semestral, los cinco siguientes recibos estarían calculados sobre la base de los consumos del año anterior, lo que puede suponer un sobrecoste o infracoste (en función de si se ha decidido subir o bajar la potencia contratada).

A partir de ahora, hasta la siguiente lectura real del contador, si ha habido un cambio de potencia contratada, en las facturaciones mensuales que se basen en consumos estimados el término de energía será igual a cero.

¿Cómo se calculan las facturas?

Hasta ahora, las compañías eléctricas han realizado las facturas de la luz según los datos de consumo, cuando se ha leído el contador y con una estimación, basada en el consumo del mismo periodo del año anterior, cuando no tenían lectura. Esto implicaba contar con un gran número de recibos basados en estimaciones.

Solo podrán leerse cada seis meses si se cuenta con un consentimiento expreso del cliente

El sistema no gustó ni a consumidores ni a asociaciones colectivas, que han considerado y expuesto en numerosas ocasiones que va en contra de la normativa de protección a los consumidores. Estas quejas han llevado al Ministerio de Industria a cambiar el sistema y aprobar una norma que fija la lectura bimestral de los contadores.

Lesión de derechos y reclamaciones

Desde diversas asociaciones de consumidores recomiendan a los usuarios comprobar cada cuánto realiza una lectura del contador su compañía eléctrica. Por normativa, todas las compañías están obligadas a exponer de manera visible un cartel en el que se comunique el día y hora en que realizarán la visita. No obstante, también permiten comunicar la lectura del consumo por teléfono o a través de sus páginas web.

Además, hay que poner una reclamación si las visitas no se llevan a cabo cada dos meses. Si en un plazo de tres días el cliente no ha recibido respuesta por parte de la compañía, esta estará obligada a pagar una indemnización de 30 euros.

En cualquier caso, las asociaciones se muestran pesimistas y sospechan que las eléctricas podrían incumplir la nueva norma porque no hay sanciones y porque no están obligadas a compensar al consumidor por no cumplir con sus obligaciones.

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