Prestación de servicios a domicilio

Tenemos una serie de derechos como usuarios de los servicios a domicilio que debemos conocer a la hora del contratarlos. Entre ellos se encuentra el derecho a presupuesto, a factura, a una garantía, a reclamar, etc.
Por EROSKI Consumer 26 de octubre de 2004

Cuando nos encontramos con una avería en nuestra vivienda y no podemos solucionar el problema por nuestros propios medios, la solución pasa por recurrir a profesionales a través de los servicios a domicilio. Su labor consiste en realizar actividades que van desde el mantenimiento y reparación, hasta la reforma o mejora de la vivienda y de sus instalaciones y edificaciones anexas, tanto en lo referente a la propiedad individual como a la comunidad de propietarios. Todo ello, nos muestra la importante repercusión que estos servicios tienen en las economías domésticas.

La prestación de servicios a domicilio abarca a un gran número de profesionales de distintos gremios como fontaneros, pintores, cerrajeros, albañiles, electricistas, tapiceros, etc. En suma, cualquier operario que acude al domicilio del consumidor a efectuar un trabajo.

Al prestarse el servicio dentro de la propia vivienda, es el titular de la misma quien ha de facilitar el acceso a los operarios. Por tanto, en aquellos servicios que no han sido solicitados por el consumidor sino ofertados por empresas (instalación de gas, etc ) el usuario no tiene obligación de permitirles el paso.

Una vez contratado el servicio adecuado a nuestras necesidades, el profesional que realice el trabajo entregará al usuario, si se lo requiere, una hoja informativa donde se especifiquen entre otros, los precios con los que trabaja, en los que se hará referencia a la inclusión o no del IVA, o el derecho del usuario de un presupuesto previo.

En lo que respecta a este último derecho, todo usuario puede pedir un presupuesto previo por escrito, para poder comparar diversas ofertas. El prestador se lo entregará antes de la realización del servicio, salvo renuncia expresa escrita por parte del cliente, con la frase «Renuncio al presupuesto».

En el presupuesto deberán figurar, además de nuestra identificación y la del prestador, los siguientes datos:

-Descripción detallada del servicio solicitado.

-Cantidad, calidad y precio de los materiales empleados.

-Precio de la mano de obra por hora, día, superficies, volúmenes u otro tipo de tarifas usuales en el tipo de servicio a realizar y gastos de desplazamiento.

-Precio total del servicio, impuestos incluidos y forma de pago.

-Periodo de garantía del servicio.

-Fecha aproximada de inicio y finalización.

-Periodo de validez de la oferta realizada en el presupuesto.

-Fecha y firma o sello del prestador.

Se procederá a la realización del servicio cuando el consumidor haya firmado el documento, y se le hará entrega de una copia del mismo.

En el caso de no aceptar el presupuesto se podrá cobrar su elaboración, siempre que el prestador acredite con documentos que se informó de la obligación de su pago previamente a su solicitud. Además es importante saber que los gastos de desplazamiento sólo podrán cobrarse una vez, aunque para la realización del presupuesto se hayan producido varios viajes.

Si durante la prestación del servicio se advirtiera la presencia de averías o defectos ocultos en la obra, los mismos serán puestos en conocimiento del cliente por escrito lo antes posible, con indicación del incremento del coste del servicio. Además estos imprevistos sólo podrán subsanarse si el usuario da su conformidad.

Los consumidores de servicios de este tipo, una vez finalizado el trabajo, también tienen el derecho de exigir una factura firmada y fechada. En ella aparecerá de forma detallada la actividad realizada, con desglose de los materiales utilizados y sus precios y el coste de la mano de obra. La cuantía de la factura debe corresponder con el importe presupuestado. De modo que si es superior el usuario no tiene la obligación de satisfacer la diferencia.

Garantía y materiales

Por otro lado, en ningún caso nos pueden cobrar los materiales empleados para la realización del trabajo por encima de su precio de venta al público. A tal fin, el prestador tendrá a nuestra disposición las facturas de compra de los materiales utilizados o las correspondientes tarifas de precios.

Asimismo, siempre debemos pedir el presupuesto y la factura, ya que entre otras cosas, nos pueden servir para disponer de la garantía, en caso de reclamación.

Es importante conocer que estos servicios a domicilio están garantizados por un periodo de tres meses, como mínimo, sin perjuicio de las garantías que los fabricantes otorguen en los materiales.

El prestador del servicio debe entregarnos un documento que contenga el objeto de la reparación o instalación efectuada, el titular de la garantía, el garante y el plazo, entre otros datos. Durante el periodo de vigencia de la garantía tenemos derecho a la reparación totalmente gratuita de los defectos de la reforma o reparación sobre la que recae la misma.

Para evitar problemas conviene siempre recurrir a profesionales, aunque así y todo nos puedan surgir reclamaciones por no estar de acuerdo con el prestador del servicio. En esta situación, lo más adecuado es intentar llegar a un acuerdo amistoso y razonable entre ambas partes.

Como alternativa, si lo anterior nos ha fallado, tenemos las asociaciones de consumidores y las Oficinas Municipales de Información al Consumidor. Previamente habremos de rellenar las hojas de reclamaciones, que los prestadores de servicios tendrán a disposición de los usuarios, en las que expondremos nuestra disconformidad con el trabajo realizado. Como última opción podemos acudir al Juzgado.

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