Seguros para la tercera edad

Pólizas para viajes en grupo y coberturas específicas conforman la oferta para mayores
Por Rosa M. López-Maroto 31 de julio de 2009

Acceder a un producto asegurador cuando se ha superado cierta edad es una tarea difícil. En general, las condiciones para personas mayores de 65 años son más duras y, además, hay menos ofertas. A pesar de ello, es posible encontrar seguros dirigidos a grupos de la tercera edad que vayan a realizar un viaje organizado, o bien pólizas que incluyen prestaciones vitalicias y cobertura específica: servicios de teleasistencia, cuidados especiales, tramitación de la pensión de viudedad y orfandad, o servicio de asesoramiento en la tramitación sucesoria.

Pólizas para viajar

Una gran parte de la oferta aseguradora para mayores de 65 años se centra en el sector viajes. Las pólizas cubren tanto los desplazamientos individuales como en grupo, pero aun así, las opciones entre las que elegir son limitadas. Quienes se decanten por viajar en compañía con la asistencia de European de Seguros, dispondrán de las mismas garantías que con cualquier otra póliza (cobertura de hasta 150 euros para robos y daños del equipaje o efectos personales), pero además contarán con un apartado de asistencia médica especializada. También se ofrece: traslado sanitario, envío de familiares hasta el lugar de internamiento del beneficiario, repatriación del titular del seguro y envío urgente de medicamentos que no se puedan encontrar en el extranjero o, en su defecto, 600 euros para gastos médicos (quirúrgicos, farmacéuticos y de hospitalización) en España y 900 euros en el extranjero. Otra cuantía de hasta 600 euros cubre los gastos de sepelio. Esta póliza se puede contratar a partir de 5,46 euros y 7,69 euros, según se aplique a España o Europa, respectivamente.

Para los viajes de mayores en grupo las pólizas incluyen un apartado de asistencia médica especializada

Los usuarios que reúnan los requisitos para acceder al «Programa de Vacaciones para Mayores» del IMSERSO y participen en alguna de sus actividades, pueden acogerse a la póliza de Europ Assistance. Está ideada para quienes tengan cumplidos 65 años, pensionistas del Sistema Público o de viudedad con 55 años o más, y otros pensionistas del sistema público y prejubilados con 60 años cumplidos, que puedan valerse por sí mismos y no padezcan alteraciones del comportamiento que perturben la convivencia normal.

Sólo para mayores

Para cubrir todas las contingencias que puedan derivarse de la edad, Seguros Vitalicio cuenta con la póliza «Edad Oro». Ésta ofrece servicios de los que pueden beneficiarse los titulares desde el primer día de suscripción. Se paga una vez al inicio de la póliza y la cobertura es vitalicia. Entre las principales coberturas destacan la gestión y gastos de sepelio en caso de fallecimiento de las personas aseguradas, cualquiera que sea la causa. El límite está en el capital asegurado, que se aplicará en función del lugar de residencia de quienes contraten este producto. Si por cualquier otro motivo el coste del servicio hubiera sido menor al capital asegurado, se devolverá a los beneficiarios la cantidad sobrante. Otras opciones que se incluyen son el traslado nacional e internacional del asegurado fallecido y servicios de gestoría (obtención de certificados, tramitación de la pensión de viudedad y orfandad, servicio de asesoramiento en la tramitación sucesoria…).

De características similares es la póliza «La Edad de Oro», de Santa Lucía. Al cumplir los 65 años, la garantía de accidentes suscrita se transforma en una nueva garantía denominada «asistencia senior», que pone a disposición del titular los servicios de teleasistencia con información familiar, intervenciones de urgencia, vigilancia y atención en desplazamientos, formación asistencial, ampliación de la garantía de asistencia post-hospitalaria y asistencia médica y geriátrica.

TELEASISTENCIA

Para las personas mayores, la teleasistencia es uno de los servicios estrella de las aseguradoras. Está destinado a quienes padezcan alguna discapacidad y vivan solas siempre o durante gran parte del día, así como a quienes compartan vivienda, pero se encuentren en una situación similar. Una opción más económica es contratar este producto a través de los servicios sociales de los ayuntamientos, donde valoran su necesidad.

En ambos casos, tan sólo hay que disponer de línea telefónica en el domicilio, ya que se debe conectar un equipo a ella. La compañía de seguros o el municipio se encargan de poner en funcionamiento la instalación para que pueda prestarse el servicio de forma correcta. Por otro lado, cada asegurado recibe un pulsador que se coloca en el cuello.

La teleasistencia domiciliaria, en definitiva, permite una conexión permanente para emergencias por enfermedad o accidente, así como un servicio de información a familiares, orientación facultativa y envío de medicamentos.

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