Quiero comprar una bici eléctrica: ¿en qué debo fijarme para acertar en la elección?

Avanza el desconfinamiento y las bicicletas eléctricas ganan protagonismo. ¿Piensas comprarte una? Lo primero y más importante para elegir bien es tener claro cómo la vas a utilizar
Por Blanca Álvarez Barco 17 de mayo de 2020
Bike electr
Imagen: pasja 1000

Las bicicletas recobran protagonismo con el comienzo del desconfinamiento. La venta y reparación de estos vehículos es uno de los negocios con buenas perspectivas en esta crisis, ya que hoy son muchas las personas que prefieren evitar desplazarse en otros medios de transporte colectivos. Entre todas las opciones disponibles, las bicicletas eléctricas despiertan gran interés, y no pocas dudas: ¿con batería extraíble o integrada? ¿Es mejor tener el motor en la rueda o en el eje? ¿Plegable o no? ¿Será muy cara? Y el mantenimiento, ¿qué? Todas estas preguntas, y alguna más, seguro pasan por tu cabeza al buscar la bicicleta eléctrica perfecta. En este artículo despejamos tus dudas y te explicamos también que lo más importante para hacerte con una de estas bicis, además del presupuesto, es decidir el uso que le darás, pues condicionará el resto de factores.

¿Qué uso le darás a la bicicleta eléctrica?

Para ir al trabajo y sustituir al metro o al coche, pero también para practicar deporte o simplemente pasear, cada vez se utilizan más las bicicletas eléctricas, sobre todo en las grandes urbes. Así lo atestiguan las ventas de este medio de transporte en nuestro país: 111.297 bicicletas de pedaleo asistido o bicicletas eléctricas durante 2018, según datos de AMBE (Asociación de Marcas y Bicicletas de España). Esto supone más de 300 bicis eléctricas cada día, como sostiene el estudio ‘El Sector de la Bicicleta en cifras’, realizado por Cofidis y la asociación citada, lo que representa un aumento del 4 % respecto al año anterior.

 

Imagen: Pixabay

Lo primero y más importante para escoger bien tu bici eléctrica es “saber y reconocer sinceramente el uso que pretendes darle a la bicicleta”, explica Carlos Núñez, secretario general de Ambe. «Es imprescindible; es el primer paso». Tienes que decidir si la utilizarás para ir al trabajo o no. Y, en caso afirmativo, si la usarás en combinación con el transporte público o no. Más complejo puede ser decidirte por una si quieres ir al trabajo con ella, pero también te gustaría salir con ella por el monte y a hacer deporte.

Además de escoger entre bici de carretera, de montaña o urbana, es esencial tener en cuenta el lugar en el que resides y si andarás con ella todos los días. ¿Vives en un piso? ¿Dónde la dejarás? ¿Tendrás que subirla cada día en ascensor? Cada respuesta a todas estas preguntas “irá conformando los detalles del tipo de bicicleta que mejor te viene” y es muy aconsejable hacerse previamente todas ellas “para escoger la eléctrica que se ajusta de verdad a tus necesidades”, señala el experto.

Bicicleta eléctrica vs. bicicleta normal

¿Notaré diferencias al manejar una bici eléctrica? En absoluto. “Es, en realidad, más fácil, puesto que sobre una bicicleta lo difícil es tener que ascender por fuertes pendientes y, con una eléctrica, es algo que haces, casi sin pestañear”, aclara Núñez. El resto de la conducción, los giros, la inclinación, el pedaleo… todo es “exactamente igual” que cuando te subes en una bici convencional.

Motor y batería marcan la diferencia

El motor y la batería son las piezas clave en una bicicleta eléctrica. La batería resulta esencial, pues su capacidad marcará nuestra autonomía a lomos de la bici. Las más eficientes “son las de ión litio, aunque son más caras”; las más baratas (y pesadas) son de plomo. Pero cualquiera de las actuales baterías posibilitan realizar trayectos de entre 50 y 60 kilómetros. Eso sí, debes tener en cuenta que la autonomía se reduce de manera notable en las cuestas con mucha pendiente y en función de tu peso.

También puedes escoger entre batería extraíble o integral (más estética, al estar integrada en la bicicleta). La primera, sin embargo, resulta muy cómoda y útil, pues “permite que la saques y la puedas recargar estés donde estés, para tenerla siempre lista cuando vayas a subir a ella”.

«La capacidad de la batería de la bicicleta eléctrica marcará la autonomía, aunque debes tener en cuenta que esta se resiente al subir cuestas y según tu peso»

Los motores, por lo general, tienen una potencia de 250 vatios y se pueden colocar en el eje o en las ruedas. En las bicicletas urbanas van en la rueda trasera, lo que dota a la bici de una maniobrabilidad mayor. Si va delante, puede ayudar a repartir los pesos, y el central —“que es más eficiente”— suele estar integrado en el chasis.

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Imagen: Pixabay

¿Es mejor una bicicleta plegable?

Elegir entre bici tradicional o plegable depende, en gran medida, de tus necesidades. No debes perder de vista su peso (15-22 kilos de media), pero, sobre todo, el espacio que necesitará en casa. Si tienes garaje, trastero o mucho espacio, te vendrá bien cualquiera. En cambio, si vives en un piso pequeño (o si la usarás para llevar en el metro o el bus) no debes descartar la opción de las bicis plegables: son igual de eficientes que las tradicionales y ocupan mucho menos.

¿Es muy cara una bicicleta eléctrica?

Al querer comprar una bicicleta eléctrica, te puede frenar pensar que el mantenimiento resultará más caro y complicado que el de una convencional. Y no es así. Las bicicletas eléctricas, hoy por hoy, no son baratas. Los precios medios de una bici que tenga cierta autonomía y calidad oscilan entre 600 y 2.000 euros.

La única diferencia en mantenimiento respecto de una bici convencional está en “la batería, el motor, la controladora y los sensores, pero todo este mantenimiento hoy en día te lo hacen en cualquier buena tienda de bicicletas a un coste similar al de las bicis convencionales”, señala el experto. Eso sí, tras muchos kilómetros recorridos deberás cambiar la batería, motor, etc.

¿Necesito permiso de conducir?

Aunque la bicicleta eléctrica tenga motor, no tienes que tener una licencia para conducirla. Pero en el caso de que tenga un acelerador que le permita empezar a andar sin pedales (esto la convierte en un ciclomotor) o si el motor supera los 250 vatios, hay que tener permiso de conducción y seguro.

Sean o no ciclomotores, las bicis no pueden circular por las aceras, sino por la calzada como el resto de vehículos o por el carril bici.

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