Tinta que se vuelve invisible, huevos que se fríen sin aceite o globos que se inflan sin soplar. No, no son juegos de magia, sino el resultado de aplicar algunos de los principios más elementales de la física o la química a los objetos cotidianos. Los experimentos científicos permiten despertar el interés de los estudiantes por la ciencia y los motiva en la búsqueda de las explicaciones a los resultados obtenidos, un objetivo nada fácil de conseguir con las clases tradicionales.
Imagen: neys fadzil
«Me lo contaron y lo olvidé, lo vi y lo aprendí, lo hice y lo entendí»(Confucio). Memorizar las fórmulas químicas elementales o realizar una y otra vez ejercicios de trigonometría no son garantía de que un estudiante aprenda y entienda los conceptos científicos fundamentales que se integran en su currículo educativo, más bien puede llegar a crear apatía e incluso desinterés por las materias. Sin embargo, si esos mismos conceptos se enseñan utilizando como herramienta didáctica la demostración científica por medio de experimentos, es posible que se logre una mejor comprensión de los contenidos de las asignaturas de ciencias por parte de los alumnos.
Por medio de los experimentos los alumnos pueden comprobar la utilidad y aplicación de los conocimientos teóricos
Y es que cuando un profesor ilustra sus clases de ciencias con algún experimento sencillo y simple que resulte fácil de entender, atrae rápidamente la atención de los estudiantes y crea en ellos mayor interés y aprecio por la asignatura. Por medio de los experimentos los alumnos pueden comprobar la utilidad y aplicación de los conocimientos teóricos adquiridos, convirtiéndose así el aprendizaje en una experiencia más motivadora.
Para que los experimentos científicos realizados en clase cumplan su función didáctica es importante que el profesor involucre al alumno en el desarrollo del experimento, que lo dirija de la forma adecuada y le permita equivocarse, de modo que sea él mismo el que obtenga las respuestas a las cuestiones científicas planteadas en la experimentación y llegue a sus propias conclusiones. Asimismo, es importante adecuar los experimentos a la edad del alumno, ya que un experimento que resulta fácilmente comprensible por un alumno de secundaria puede ser inadecuado para otro de primaria.
Experimentos en la red
Además de experimentar en clase, los niños y jóvenes también pueden realizar un buen número de experimentos en casa que les acerquen de forma sencilla a los conceptos científicos básicos. En Internet cuentan actualmente con varios recursos donde se exponen un buen número de experimentos sencillos que se pueden realizar con materiales y elementos fáciles de encontrar en cualquier hogar: