Bibliotecas de verano

Las bibliotecas públicas se adaptan a las costumbres y entornos de los españoles durante los meses de verano y se trasladan a las playas, piscinas, jardines y hasta mercados, metros y autobuses
Por Adriana Virgilio 29 de julio de 2007

Con lemas como “Sumérgete en la lectura”, “lectura al fresco” y “biblioteca al sol”, las bibliotecas públicas salen a la calle en verano, una clásico en esta época del año. Los libros, revistas y periódicos se ponen a disposición del lector en formatos y lugares poco tradicionales: las “biblioplayas”, “bibliopiscinas”, los “bibliojardines” y los “biblioríos” se han afianzado como extensiones de los servicios de las bibliotecas y se pueden encontrar en numerosas comunidades españolas. Pero las posibilidades de leer no se reducen a los lugares de ocio, sino que los “bibliobuses”, el “bibliometro”, las “telebibliotecas” y hasta los “bibliomercados” hacen que el lector no tenga excusas para no leer, independientemente de donde se encuentre. Todas estas iniciativas se articulan de acuerdo a la aprobación el pasado año de la Ley de la Lectura, del Libro y de las Bibliotecas que tiene como objetivo aumentar el número de lectores en España. La norma destina 431 millones de euros hasta 2014 para modernizar las bibliotecas públicas y transformarlas en herramientas más eficaces en la formación de hábitos de lectura en la población.

Biblioplayas y bibliopiscinas

/imgs/2007/07/bibliobus.jpgLa idea de llevar libros, periódicos y revistas a las playas, piscinas, parques, jardines y ríos como una forma de fomentar la lectura y de demostrar que descanso y lectura no son incompatibles comenzó hace ya varios años por parte de algunas bibliotecas públicas municipales. Algunas de estas iniciativas ya se llevaban a la práctica en los años 80 y 90, pero poco a poco se han ido extendiendo con gran éxito. El servicio funciona durante los meses de julio y agosto -aunque algunos también se extienden hasta septiembre-. En general, el préstamo gratuito es por un día y sólo se requiere presentar un documento o el carné de socio de las bibliotecas públicas de la ciudad a la que se pertenece. Un trámite que se obtiene de manera sencilla, presentando el DNI o pasaporte y completando un formulario con los datos personales.

En Cataluña, la Diputación de Barcelona ofrece el servicio especial de verano llamado “biblioplatja”, mediante el que se habilitan dos puntos de préstamo con 350 títulos en diferentes idiomas, uno en el Espigón de Bac de Roda -hasta el 31 de agosto-, y otro en la Barceloneta -hasta el 30 de septiembre-. En toda la provincia de Barcelona el pasado año más de 40 bibliotecas abrieron “sucursales” en playas, piscinas, jardines, plazas o terrazas.

El municipio de Benidorm es pionero en la instalación de bibliotecas en la playa. Esta ocurrente iniciativa llegó a despertar incluso el interés en un municipio sueco para que se desarrollara allí también. La ciudad tiene una “biblioplaya” -un centro de lectura sobre la arena-, abierto de abril a noviembre, de 11:00 h a 18:00 horas, en la Avenida de Europa con la Avenida de Alcoy. Cuenta con otra “biblioplaya”, la de La Cala, que ofrece sus servicios desde el 1 de julio al 31 de agosto. Ambas bibliotecas funcionan como salas de lectura, no se permite el préstamo. Hay iniciativas semejantes en playas de Andalucía y en la Costa Blanca.

Las “bibliopiscinas” también llevan varios años funcionando en verano

Las “bibliopiscinas” también llevan varios años funcionando en verano. En Navarra unas 40 bibliotecas públicas extienden sus servicios durante los meses de julio y agosto a piscinas municipales. Pero además hay “bibliopiscinas” en numerosas ciudades de España, como en Santiago de Compostela, en el complejo deportivo Fontes do Sar; o en Bilbao, en los polideportivos de Txurdinaga y Rekalde. Las hay también en Huesca, Badajoz, Fuenlabrada y Ávila.

Pero no necesariamente hay que veranear en la playa o ser un asiduo de las piscinas para leer, porque los libros van al encuentro del lector en jardines y a la orilla de ríos. En la localidad catalana de Manlleu, la biblioteca municipal ha extendido el préstamo al Paseo del río Ter. También hay “bibliojardines” en Ávila y en Cataluña.

Las bibliotecas han “viajado” incluso hasta los mercados, como es el caso de Barcelona, en la Rambla del Prim, (barrio de Sant Martí). En lo que respecta a esta iniciativa, Salamanca fue la precursora, ya que durante 15 años tuvo una sucursal de la biblioteca pública municipal en el Mercado Central de Abastos, en medio de los puestos de pescados y verduras. La interesante iniciativa permitió acercar la lectura a un público más amplio.

Más lectores

En cuanto a la concurrencia a bibliotecas en el último año, el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) del segundo trimestre de 2007, indica que han asistido a ellas durante el último año el 35,9% de los asociados. En este sentido, se ha registrado un aumento del 8,5% con respecto al mismo período de 2006. El porcentaje que ha sacado en préstamo libros de bibliotecas o bibliobuses es del 35,3%, y las personas que más concurren, según este estudio, son jóvenes de 14 años a 24 años y la mayoría son estudiantes.

Leen más las mujeres que los hombres y a mayor edad menor población lectora

En España, según la tendencia de los últimos años, leen más las mujeres que los hombres y el estudio ha revelado que a mayor edad menor población lectora. Se lee mayoritariamente novela y la motivación para leer es el entretenimiento, según el Barómetro trimestral mencionado.

Los niños, grandes lectores

El 90,3% de niños entre 10 a 13 años de España se declara lector, según la Federación de Gremios de Editores de España. Este estudio, que se actualiza trimestralmente, introdujo como novedad la medición del comportamiento infantil respecto de la lectura. El porcentaje corresponde a todo el primer semestre de 2007 y convierte a esta franja etaria en la que más lee en España.

El estudio arrojó como resultado que, entre la población española de 14 años en adelante, el 58,1% es lector de libros. Un 42 % son lectores frecuentes que leen libros diariamente o semanalmente; y el 16% son ocasionales.

El porcentaje de lectores es mayor entre las mujeres que entre los hombres (59,7% y 56,5%, respectivamente). El 58,4% de los entrevistados dice haber comprado libros en el último año, tanto libros de texto como no de texto, mientras que el 41,6% que dice no adquirir libros.

Además, la encuesta revela que:

  • Un 73,6% de los niños de 10 a 13 años lee diaria o semanalmente, mientras que el resto lo hace una vez al mes o al trimestre.
  • El 64,2% de los menores dice leer por propia elección.
  • Los libros más leídos por los más pequeños son: ‘Harry Potter’, de J.K. Rowling; la serie de ‘Kika Superbruja’, de Knister; y ‘Las crónicas de Narnia’, de C.S. Lewis. El estudio destaca la mención de un título para adultos: ‘El Código Da Vinci’, entre los libros que han leído en el último trimestre.
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