Científicos estadounidenses logran reproducir el genoma del ancestro común de los mamíferos

Mediante programas bioinformáticos han recreado el material genético de una musaraña que vivió hace más de 80 millones de años en bosques de Asia
Por EROSKI Consumer 10 de diciembre de 2004

Conseguir reactivar el ADN de especies primitivas no es posible, pero en pocos años se podrán reconstruir sus genomas de principio a fin con programas bioinformáticos ejecutados en superordenadores. Esta estrategia, llamada paleogenómica computacional, acaba de reproducir, con una precisión del 98%, parte del genoma de una especie que vivió hace decenas de millones de años.

El responsable de este trabajo, David Haussler, de la Universidad de California (EE.UU.), y sus colaboradores señalan en la revista «Genome Research» que lograron descifrar una larga secuencia de 1,1 millones de unidades de ADN del ancestro común de todos los mamíferos con placenta, una musaraña nocturna y arborícola que vivió hace más de 80 millones de años en bosques de Asia.

Como no hay ADN recuperable de esa especie llamada «Eomaia scansoria», Haussler y su equipo dedujeron cómo era su material genético comparando el de 19 mamíferos actuales, incluidos seres humanos. Su idea era que si una secuencia similar de unidades de ADN está presente en un grupo diverso de mamíferos actuales, también debía estarlo en el ancestro común. En caso de aparecer grandes diferencias, el programa informático da preferencia a las especies más próximas en el árbol evolutivo al antepasado común, por ejemplo al lémur sobre el erizo.

Hallazgos inesperados

El concepto es similar a la comparación de manuscritos medievales para desvelar, a través de los errores y coincidencias, el contenido de un texto original mucho más antiguo. Otros equipos han seguido esa estrategia para recrear antiguos genes formados por secuencias de varios miles de unidades de ADN.

Sin embargo, este equipo estadounidense trabajó con un fragmento mucho más grande, una cadena de 1,1 millones de nucleótidos. En esa secuencia de ADN elegida está el gen causante de la fibrosis quística y otros nueve más. Se seleccionó porque ya ha sido descifrada en muchas especies para un proyecto de genómica financiado por los Institutos Nacionales de la Salud de EE.UU.

Uno de los hallazgos inesperados de esta investigación se produjo al comparar ese fragmento genético en humanos y roedores. Los científicos comprobaron que en el genoma de los ratones hay dos veces más ADN que no estaba presente en el ancestro de los mamíferos. Eso significa que el linaje que condujo a los humanos modernos sufrió cambios muy importantes con un número de mutaciones mucho menor al experimentado por ratas y ratones.

Insectívoros

A través de fósiles hallados en Asia, los científicos sabían con anterioridad que los mamíferos con placenta descienden de pequeñas especies que vivieron decenas de millones antes de la extinción de los dinosaurios. De todas esas especies primitivas, la más antigua y mejor documentada con fósiles es la que, bajo el nombre de «Eomaia scansoria», agrupa a mamíferos del tamaño de ardillas y aspecto similar a las musarañas.

Se sabe que esos remotos antepasados de los mamíferos modernos pesaban menos de 25 g y medían 14 centímetros de largo. Coexistieron con los dinosaurios carnívoros del Cretácico y se alimentaban de insectos.

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