El nivel de comprensión lectora de los alumnos españoles de 15 años ha descendido significativamente, mientras que el de matemáticas es algo inferior y el de ciencias apenas varía en comparación con 2003, según las conclusiones del Informe Internacional de Evaluación PISA 2006, que elabora cada tres años la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Este trabajo, que evalúa a 20.000 alumnos de diez comunidades autónomas, fue presentado ayer por la ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera, quien valoró positivamente sus resultados. «Los jóvenes españoles de 15 años se desenvuelven positivamente en ciencias y de manera aceptable en matemáticas», dijo la ministra, quien reconoció que «la lectura es nuestra gran asignatura pendiente, y manejarla bien ayuda a sacar mejores resultados en otras materias».
Los estudiantes españoles de 15 años obtienen 461 puntos en comprensión lectora (481 en 2003), 15 puntos por encima de la media internacional pero 24 puntos por debajo de la media total de la OCDE, que es de 484. A la vista de este resultado, Cabrera subrayó que la baja comprensión lectora «es un problema que merece toda la atención» y «debería convertirse en un objetivo del conjunto de la sociedad, en el que deben implicarse, además de las autoridades educativas y los educadores, las familias».
El resultado en matemáticas es de 480 puntos, frente a la media internacional de 454 y los 484 de la OCDE. En ciencias, la materia principal del informe, los alumnos españoles logran 488 puntos (487 en 2003), por encima de la media internacional, que se sitúa en 460, y dos puntos por debajo de la media de la ODCE (490).
La Rioja, a la cabeza
Por comunidades, La Rioja registra la puntuación más alta en matemáticas. Con 526 puntos se coloca muy cerca de Canadá, Suiza y Países Bajos. A continuación se sitúan Castilla y León y Navarra, ambas con 515 puntos.
La Rioja también presenta los mejores resultados en comprensión lectora, con 492 puntos, 30 por encima de la media estatal, mientras que en Ciencias encabeza el ranking junto con Castilla y León, ambas con 520 puntos.
Las peores notas son para Andalucía, cuyos resultados están por debajo de la puntuación media española en los tres apartados estudiados.
No todos los representantes de la comunidad escolar comparten el diagnóstico que se puede extraer del Informe PISA. Unos creen que no refleja el panorama global de la educación en España y otros afirman que pone de manifiesto la deficiente situación del sistema educativo. No obstante, coinciden que en que es necesario un pacto de Estado por la educación, así como mayores inversiones.
FETE-UGT indica que el informe “no refleja el panorama global de la educación en ningún país, es una simple foto instantánea del rendimiento en determinadas materias, pero no transmite la complejidad ni la amplitud de la educación”. Aún así, apuesta por una mayor inversión en la materia, atención individualizada y en pequeños grupos, medidas para combatir el abandono escolar prematuro y un pacto educativo “que evite la inestabilidad del sistema en función de cambios políticos”.
Comisiones Obreras (CC.OO.) también reclama mayores recursos económicos en educación e incrementar el gasto educativo hasta alcanzar el 6% del Producto Interior Bruto (PIB), mientras que la Federación de Enseñanza del sindicato USO vuelve a demandar “el ansiado Pacto Social por la Educación”.
Por su parte, STES-intersindical “relativiza” la importancia del informe (“uno más sobre la educación”) y pide una mayor inversión en la enseñanza pública, hasta el 7% en la próxima legislatura. Para mejorar el sistema, este sindicato cree que tanto el Gobierno como las distintas administraciones autonómicas deben considerar la educación “una prioridad”.
También pide más recursos para la escuela pública la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), que califica los resultados del Informe PISA como “acordes al nivel socioeconómico y cultural de nuestro país”. CEAPA propone relanzar el Plan de Fomento de la Lectura y extender a todos los centros los programas de refuerzo, orientación y apoyo a los alumnos. Aboga además por una colaboración mucho más estrecha entre las consejerías de Educación de las comunidades y el Ministerio.
