El Ministerio de Sanidad y Consumo ha anunciado que en octubre se dará luz verde al real decreto que regulará la investigación con embriones en España. La norma ya ha pasado todos los trámites previstos y sólo queda el informe del Consejo de Estado para que el Consejo de Ministros pueda aprobarlo definitivamente.
A partir de ese momento se podrá empezar a investigar, pero sólo con los embriones que se fueron almacenando en los centros de fecundación «in vitro» hasta noviembre del año 2003, tal y como dicta la Ley de Reproducción Asistida vigente.
El nuevo real decreto permitirá poner en marcha la investigación con células embrionarias. Establece los requisitos y mecanismos para solicitar el desarrollo de proyectos de investigación, las condiciones en las que se utilizarán y el procedimiento para que los progenitores de los embriones puedan dar su consentimiento. La norma también indica que los proyectos serán informados por la autoridad sanitaria correspondiente.
Hasta ahora, sólo el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) se había atrevido a investigar con células madre de embriones humanos, trabajos que concluyeron con la creación de las dos primeras líneas celulares obtenidas en España, «Valencia-1» y «Valencia-2». Los investigadores del IVI se acogieron a que la ley vigente permitía la posibilidad de utilizar embriones congelados de más de cinco años con el permiso de sus progenitores. No obstante, Sanidad anunció una investigación.
Autorización de los progenitores
El nuevo real decreto no será definitivo. Se trata de una de las medidas que el Ministerio de Elena Salgado está poniendo en marcha para flexibilizar la actual Ley de Reproducción Asistida hasta la elaboración de una nueva legislación. La futura ley eliminará muchas de las restricciones impuestas por el anterior equipo de Gobierno. Uno de los objetivos de Salgado es que se puedan utilizar todos los embriones sobrantes con el consentimiento de los progenitores y no sólo los congelados hasta noviembre de 2003.
Se estima que las clínicas de reproducción españolas tienen congelados entre 80.000 y 90.000 embriones hasta esa fecha, según el último recuento oficial por comunidades autónomas. Es un capital importante para garantizar la investigación durante años, pero aún no se sabe si todos los progenitores están dispuestos a ceder sus embriones a la ciencia. La ley actual marca que, al menos, será necesario contar con la autorización de la mujer.
El nuevo decreto es el segundo paso que da Sanidad para flexibilizar los tratamientos de reproducción asistida. A finales de julio, el Gobierno también aprobó otro decreto que liberalizó en la práctica la fecundación de óvulos. Hasta esa fecha, sólo se podían inseminar tres óvulos por tratamiento, una medida que quería evitar la acumulación de embriones, pero reducía drásticamente las posibilidades de embarazo.