Los casos de bullying y violencia en las aulas han puesto en alerta a los centros educativos, empeñados en mantener una convivencia pacífica entre los alumnos. Para ello, se han elaborado planes de convivencia, que marcan una serie de buenas prácticas y estrategias para evitar incidentes en los colegios. Este artículo se centra en el objetivo de los planes de convivencia, su función para prevenir e identificar las situaciones de riesgo de conflicto y los diferentes planes de convivencia puestos en marcha en las comunidades autónomas.
Objetivo de los planes de convivencia
Cumplir las normas de convivencia en los centros educativos se ha convertido en objetivo prioritario. Por este motivo, los planes de convivencia se han puesto en marcha en todas las comunidades como un modo de aplicar medidas preventivas que «reduzcan las situaciones de conflicto y de deterioro del clima convivencial«, recuerda la Junta de Andalucía. En especial, preocupan «los actos de acoso e intimidación entre alumnos».
Los planes de convivencia pretenden reducir las situaciones de conflicto, como el acoso psicológico y la violencia física
Los episodios de agresión física o psicológica han aumentado y se busca el modo de atajarlos. El informe ‘La seguridad integral en los Centros de Enseñanza Obligatoria de España‘, de la Fundación Mapfre, analizó los centros de enseñanza obligatoria para detectar, entre otros, los riesgos psíquicos y sociales a los que se enfrentan alumnos y profesores en los centros. El resultado desveló antecedentes de casos de acoso psicológico entre alumnos en un 40,75% de los centros y antecedentes de casos de violencia física en un 57,25%.
Los datos son elevados. Por si fuera poco, las nuevas tecnologías han irrumpido y han implicado otras formas de acoso que repeler, como el ciberbullying. Los riesgos que conllevan tanto los dispositivos como las redes sociales han supuesto que el uso de las nuevas tecnologías por parte de los alumnos sea «uno de los principales problemas a los que se enfrentan actualmente los centros de educación secundaria», se destaca. Los alumnos graban vídeos de otros compañeros y los difunden en las redes sociales o bien hacen comentarios sobre los profesores o cualquier aspecto del centro, con afán de ridiculizar.
Los planes de convivencia quieren impedir estas circunstancias. Acabar con la indisciplina y las ofensas para retomar la senda del respeto y el compañerismo. Ha sido en los últimos cinco años cuando su aplicación se ha vuelto más común para evitar «agresiones, amenazas, insultos graves o abusos», recuerda la Junta, puesto que es en este tiempo cuando se registran las mayores cotas de acoso.
Prevenir e identificar las situaciones de riesgo de conflicto
Los planes de convivencia ponen medidas para frenar situaciones de conflicto e intentan solucionarlas cuando suceden. Dan pistas para identificar los acontecimientos que suponen un riesgo y ayudan a padres y profesores a detectarlos, además de atender a las causas y actuar con antelación. Los pasos que se den en estos casos son trascendentales, puesto que está en riesgo la integridad de los estudiantes, ya sea física y/o moral.
Los planes de convivencia marcan los protocolos de actuación con las víctimas, los agresores y el resto de estudiantes
El acoso a profesores y entre escolares, el maltrato verbal, físico y/o psicológico continuado son objeto de lucha por parte de los planes de convivencia, pero también se evitan las agresiones puntuales. Cualquier episodio de este tipo ha de enfrentarse para mantener un buen clima académico. El plan de Andalucía recuerda que hay una situación de acoso entre escolares cuando hay intención de hacer daño, reiteración de conductas agresivas y desequilibrio de fuerzas entre acosador o acosadores y víctima. Evitar y superar estas tres circunstancias cuando se producen es fundamental.
Los planes de convivencia contemplan una serie de protocolos para actuar en estos casos, tanto con las víctimas, como con el agresor o agresores y con los observadores. Y es que el acoso no solo afecta a quien lo sufre de manera directa, sino que es un riesgo para los compañeros que lo conocen y no se atreven a denunciarlo, por miedo a ser los siguientes acosados.
Cómo deben actuar los padres
Los padres han de conocer en cada momento lo que ocurre en los centros o podría ocurrir. Es fundamental que accedan a esta información y que los colegios les faciliten datos suficientes sobre los planes de convivencia en vigor. Pero también ellos han de interesarse. Es bueno que distingan las pistas que revelan a un posible alumno acosado o acosador, ya que sus hijos pueden encontrarse en ambas situaciones.
Si a pesar de ello desconocen la situación que afecta a sus hijos, sea una u otra, el centro ha de avisarles y mantener una entrevista con ellos. Los casos de agresión, amenaza y acoso en general están sancionados y el alumno puede perder la oportunidad de participar en ciertas actividades del centro e, incluso, se le suspende con la asistencia al colegio durante unos días. Estos actos afectan a su rendimiento escolar y el de sus compañeros, por lo que los padres han de estar vigilantes a cualquier hercho que revele que algo sucede.
El estudio de la Fundación Mapfre recoge la legislación sobre seguridad y prevención en los centros educativos de las diferentes comunidades autónomas. Destaca la normativa que se aplica para garantizar la convivencia escolar, así como otros recursos habilitados para este fin. El tema es tan trascendental, que las comunidades autónomas han puesto en marcha planes de convivencia para abordarlo.
Andalucía. Además de la normativa, que data de 2007 y 2011, esta comunidad cuenta con una página web de promoción de la convivencia escolar. Cada año, los centros interesados se pueden inscribir en la red andaluza Escuela: espacio de paz. El pasado año, 1.823 centros educativos formaron parte de ella.
Aragón. La normativa en este caso se aprobó en 2011 y también dispone de un portal de convivencia.
Asturias. Un blog sobre convivencia recuerda la importancia de promover valores como el respeto y da pistas a los centros sobre cómo elaborar estos planes.
Cantabria. Además de un real decreto que regula la convivencia escolar desde 2009, Cantabria posee el Observatorio de la Convivencia.
Castilla-La Mancha. La convivencia escolar se regula desde 2008 y se cuenta con el Observatorio de la Convivencia de Castilla-La Mancha.
Castilla y León. Esta comunidad se ha preocupado desde 2005 por esta cuestión, cuando reguló por primera vez el fomento de la convivencia en los centros. En 2006 creó el Observatorio para la Convivencia Escolar de Castilla y León, que emite informes anuales y mantiene una web sobre convivencia escolar.
Cataluña. En 2006 se aprobó la normativa que regula la convivencia escolar y se ha dado forma también al proyecto Convivencia. Con él se busca una gestión positiva de los conflictivos y compartir las prácticas de los centros en la resolución de conflictos.
Comunidad de Madrid. La normativa engloba un decreto de 2007 y una ley de 2010, junto con una Guía de recursos.
Comunidad Valenciana. El Observatorio para la Convivencia Escolar en los centros de la Comunidad Valenciana se creó en 2004 para “contribuir a la mejora del clima escolar a través del conocimiento, análisis y prevención de los problemas de convivencia en los centros”.
Extremadura. Un decreto de 2007 se encarga de regular las normas de convivencia, como complemento al Observatorio para la Convivencia Escolar de Extremadura. La finalidad de este último es “contribuir a la mejora del desarrollo de la actividad escolar” a través de “la evaluación y el diagnóstico de la convivencia escolar, el análisis de los conflictos y la propuesta de medidas para la prevención de la violencia”.
Galicia. Esta comunidad también tiene su propio Observatorio de Convivencia Escolar y un Plan de Convivencia Escolar.
Islas Baleares. Un decreto de 2010 establece las normas de convivencia en los centros docentes no universitarios sostenidos con fondos públicos.
Islas Canarias. En 2011 se aprobó la normativa que regula la convivencia en el ámbito educativo. Además, los centros del archipiélago disponen de un espacio web sobre Educar para la convivencia. En este espacio se informa, entre otras cosas, sobre la Red Canaria de Escuelas Solidarias, para promover la educación en valores.
La Rioja. Una Ley de 2011 y una página web con enlaces a contenidos sobre convivencia escolar y atención a casos de acoso escolar conforman la apuesta de esta comunidad por la promoción de estos valores en los centros.
Navarra. Esta comunidad anima a las escuelas a formar parte de la Red de Escuelas para la Salud en Europa. Además, ha participado en la elaboración de un informe sobre la convivencia escolar y ha puesto en marcha un programa de Asesoría para la Convivencia para orientar a alumnos, familias y profesores en cuestiones de resolución de conflictos escolares, acoso, planes de convivencia y temas relacionados.
País Vasco. Aprobado en 2009, el Observatorio de la Convivencia Escolar de la Comunidad Autónoma del País Vasco tiene carácter consultivo y de asesoramiento para “promover una convivencia basada en el respeto y el diálogo”.
Murcia. Las normas de convivencia en los centros se regulan desde 2005, junto con el Observatorio para la convivencia escolar.