Cuáles son las mejores plantas para un acuario de agua dulce

Las plantas del acuario no solo sirven para decorar, sino que constituyen un elemento fundamental para mantener un equilibrio saludable en el delicado ecosistema acuático. Estos organismos vegetales desempeñan un papel crucial en el control de los niveles de nitratos generados por las excreciones de los peces y oxigenan el agua, lo que resultan esenciales para la vida de los peces.

Algunas sirven como alimento y como refugio, ofreciendo intimidad y zonas de descanso a los habitantes del acuario, lo que contribuye a reducir sus niveles de estrés. No hay que olvidar que la recreación de un entorno que simule el hábitat natural de los peces es esencial para preservar su salud y bienestar.

Considerar factores como el tamaño, las necesidades de luz, los parámetros del agua y los cuidados resulta fundamental a la hora de elegir las especies de plantas para nuestro acuario. 

Cuando seleccionemos plantas para nuestro acuario es esencial tener en cuenta varios aspectos.

En primer lugar, hay que considerar el tamaño del tanque, ya que este determinará el espacio disponible para las plantas. Las especies más altas son mejores para acuarios más grandes, mientras que las de menor tamaño o de crecimiento horizontal resultan más adecuadas para espacios más reducidos. 

Después, es importante definir el propósito de incorporar las plantas en el acuario: ¿lo haces para brindar refugio a los peces, controlar el crecimiento de algas o, simplemente, embellecer el entorno acuático? Además, verifica que las plantas seleccionadas sean compatibles con la fauna del acuario y evita aquellas especies que puedan resultar tóxicas para tus peces.

Las condiciones lumínicas constituyen otro aspecto que hay que considerar. Mientras algunas precisan mucha luz, otras pueden sobrevivir con una iluminación más tenue. Es esencial elegir plantas acordes a la intensidad de luz disponible en tu acuario.

Además, los parámetros del agua, como el pH, la dureza y la temperatura, resultan determinantes, ya que ciertas plantas requieren condiciones específicas para vivir.

Asimismo, es importante tener en cuenta el nivel de cuidado requerido por cada especie. Algunas plantas son más sencillas de mantener que otras: si estás dando tus primeros pasos en el mundo de los acuarios, opta por especies que demanden menos atención.

Algunas especies se reproducen rápidamente, lo que puede ser ventajoso para poblar con celeridad el acuario, aunque requerirán podas frecuentes para controlar su crecimiento. 

Las plantas de acuario de agua dulce se dividen en siete grupos principales, según sus características y requerimientos.

Son las más populares. Tienen un tamaño pequeño o mediano y se fijan con facilidad a las rocas o troncos. Resultan perfectas para acuarios pequeños y que no disponen de mucha iluminación. Las hay de muy diferentes colores y formas, una diversidad que contribuye a crear un entorno acuático natural y muy hermoso.

Permanecen en la superficie del agua, proporcionando sombra a los peces y absorbiendo nutrientes del agua. Contribuyen a controlar el crecimiento de algas y microorganismos.

Fáciles de cuidar, son una buena opción para principiantes. Estas plantas nacen desde bulbos subterráneos, por lo que sus tallos almacenan nutrientes extraídos del suelo. Como punto negativo, algunas especies pueden crecer mucho y necesitan espacio, así que requieren acuarios medianos o grandes.

También son fáciles de cuidar, resistentes y sobreviven con poca luz. Su crecimiento es muy lento. Se adhieren a las distintas superficies del acuario, lo que otorga una apariencia natural al tanque.

Dan un aspecto de alfombra de césped natural al fondo el acuario, creando un ambiente visualmente muy atractivo. Necesitan disponer de un buen sustrato y precisan de bastante atención para evitar que sobre ellas se acumulen de desechos.

No requieren un sustrato rico en nutrientes para crecer, sino que se adhieren a elementos sólidos como troncos o rocas. Son fáciles de cuidar y resisten a enfermedades y plagas. Los helechos prosperan muy bien en condiciones de iluminación baja.

Se caracterizan por tener tallos delgados y hojas de distintas formas. Se utilizan en la parte trasera del acuario, formando masas vegetales que dan profundidad. Crecen de manera vertical, por lo que es necesario realizar podas regulares para mantener la altura deseada. Aunque la mayoría son verdes, hay algunas variedades con tonalidades rojas y rosadas.

Estas son cinco de las especies de plantas más populares para los acuarios de agua dulce, que coincide que resultan las más sencillas de mantener:

De crecimiento lento, se adaptan con facilidad a distintas condiciones de agua y no requieren una iluminación potente. La trompeta de agua tiene una amplia gama de colores, formas y tamaños, una versatilidad que permite ubicarla en diversas áreas del acuario, tanto en el fondo como en la parte media y trasera.

Esta planta no requiere una intensa iluminación y se adapta bien en la zona media del acuario o tras otras plantas más grandes, que le proporcionarán sombra. Sus hojas anchas, duras y flexibles forman “arbustos” compactos, perfectos para decorar por sí solos o en combinación con plantas de crecimiento vertical. 

Tupida, de color verde claro y aspecto plumoso, la ambulia da un toque muy atractivo al acuario y sirve como refugio para los peces. Por su rápido crecimiento, a veces excesivo, suele ubicarse en la parte trasera del tanque. No requiere demasiada iluminación, pero si es escasa, los tallos crecerán debilitados y finos.

Llamadas así por sus hojas en forma de lanza, son unas plantas muy populares. Se colocan agrupadas en el fondo del tanque, creando una densa vegetación tipo jungla que ofrece un refugio idóneo para que los peces se oculten y se reproduzcan lejos de las miradas. Son de lento crecimiento y necesitan una cantidad moderada de luz para prosperar.

El helecho de Java tiene unas hojas resistentes en tonalidades verdes, que van desde tonos medios a oscuros. No debe plantarse directamente en el sustrato del acuario, sino que se fija con gravilla gruesa o se ata a cualquier objeto. Esta planta es robusta, de crecimiento lento y se adapta con facilidad a todo tipo de iluminación en el acuario, tanto en áreas con mucha luz como en zonas sombrías.