El pitbull es un perro rodeado de polémica. Tiene fama de agresivo y feroz, pero quien lo conoce, lo describe como un perro noble, buen compañero de los niños, familiar y cariñoso. Este artículo describe cómo es el pitbull en la intimidad, qué dueño necesita para ser feliz, la relación entre los ataques de pitbull y los dueños agresivos, así como la opinión de sus defensores, que subrayan que tras un comportamiento agresivo de un animal suele haber un dueño irresponsable o violento. Se aborda, además, la polémica alrededor de esta raza, ya que en España no se reconoce como tal.
Pitbull, un perro rodeado de polémica
El pitbull no pasa desapercibido. «Es un animal que siempre despierta polémica: o se le adora o se le teme y no se le acepta», admite Antonio Zorrilla, presidente de la Federación de Asociaciones para el Fomento y la Conservación de las Razas Caninas Puras.
Los pitbull son perros de tamaño mediano y muy fuertes. Pueden ejercer una presión de hasta 500 kilos con su mandíbula, explica Zorrilla. Esta potencia causa admiración, pero también problemas y recelos.
¿Cómo es el pitbull en casa?
«El pitbull es un perro noble, leal e inteligente, al que le gusta estar con su familia y que se lleva bien con los niños», afirma Toni Guirao, criador de estos animales.
Un pitbull no es agresivo por naturaleza, sino que depende de cómo sea educado
Un perro de raza pitbull bien educado y socializado resulta ser el mejor compañero para un niño. Son canes muy potentes y, por lo tanto, necesitan descargar su energía a través de juegos. Pero también son animales que se adaptan muy bien a cualquier espacio y, por ello, son aptos para vivir en un piso, destacan quienes, como Zorrilla y Guirao, conviven con ellos.
El dueño del pitbull
Un pitbull necesita un dueño que esté dispuesto a dedicar tiempo para jugar con él y que «sea equilibrado, es decir, que sepa que tiene un perro muy fuerte y que debe ponerle normas y límites», comenta Guirao.
El perfil del dueño de un pitbull hace diez años era el de «una persona que buscaba un perro agresivo para amedrentar a la gente por la calle o lo quería para entrenarlo para peleas», admite Zorrilla. Y un dueño agresivo educa a un perro para ser peligroso (y no al revés).
Sin embargo, el perfil de quienes deciden tener un pitbull en casa ha cambiado para bien. Zorrilla afirma que, en su mayoría, al otro lado de la correa de un pitbull hay personas con buenas intenciones. Entre ellas, hay muchas parejas jóvenes y deportistas, mientras que los perros se seleccionan para labores de rescate y trabajan con la policía.
Ataques de pitbull y dueños agresivos
Acompañados, en la mayor parte de las ocasiones, de dueños violentos, algunos pitbull han protagonizado ataques que les han valido su fama de canes agresivos. El 15 de junio de 2005, una niña de seis años sufrió heridas en las dos piernas tras ser atacada por un perro de esta raza. El 18 de agosto de ese mismo año, otro pitbull mordió en la pierna a un niño de nueve años. Son algunos de los tristes episodios en los que han participado estos perros y que les han colocado entre las razas catalogadas como potencialmente peligrosas en España.
No obstante, el carácter y comportamiento de cualquier can está determinado por la educación que le ofrecen sus dueños y no por la raza ni por sus cualidades físicas. Si un pitbull tiene un dueño agresivo, que le enseña a ser violento, el perro será el reflejo de su dueño. En otros casos se ha demostrado que las enfermedades, e incluso sentir dolor, provoca comportamientos agresivos en los perros.
Los pitbull son perros que por su fortaleza física pueden provocar heridas de gravedad, tanto a personas como a otros canes. «El inconveniente de los pitbull es que, cuando se descontrolan y muerden, es difícil abrirles su potente mandíbula, por eso provocan graves heridas», señala el educador canino Gregorio Sánchez. Por ello, explica, «es tan importante educarlos de manera adecuada para que sean animales equilibrados».
Defensores del pitbull
El pitbull es buen compañero para los niños, afirman sus defensores
No es tan fiero el león como lo pintan. Y la prueba son las experiencias de las personas que conviven con un pitbull en casa. María Emilia Sousa, portuguesa de 61 años afincada en España desde hace 20, ha compartido su vida con un pitbull, Rambo, durante 10 años. «Lo cogí cuando era un cachorrito y siempre fue muy bueno conmigo, con mis dos gatos y otro perro. Jugaba con ellos y era muy noble», explica.
Sergio Ruiz, presidente de la Asociación Nacional de Defensores del American Pitbull Terrier convive con tres. Asegura que nunca ha tenido «ningún problema ni con personas ni con otros animales», e incluso, «los niños en el parque llaman a los perros y juegan con ellos», subraya.
La polémica con el pitbull está servida. Incluso se discute si son (o no) una raza propia. La Real Sociedad Canina de España no reconoce al american pitt bull terrier como una raza. Por el contrario, sí figura como tal en la mayoría de las sociedades caninas provinciales españolas y en otros países, como Argentina.
¿Por qué la Real Sociedad Canina no? La razón, explica Mariano Púa, secretario de la institución, es que “la Federación Cinológica Internacional tampoco lo hace”, una decisión que para Toni Guirao, criador de esta raza, carece de fundamento. “Es más bien una cuestión política y de competitividad entre las distintas sociedades caninas”, defiende.
“El pitbull debe aceptarse como raza propia porque el Club Canino Americano lo reconoce como tal desde 1970″, asevera Antonio Zorrilla, miembro de la Asociación Nacional de Defensores de la Raza Canina American Pit Bull Terrier.
La única peculiaridad de esta raza, señala, es que se ha sometido a muchos cruces con otras variedades -de terrier y dogos- para crear un perro muy fuerte.