Cómo dar la bienvenida a un conejo en casa: cuidados básicos y elementos necesarios

Los conejos no son roedores. Pertenecen al grupo de los mamíferos lagomorfos, un orden dentro de los placentarios. Forman parte de la familia Leporidae, que también incluye a las liebres.

Son herbívoros y, en su entorno natural, ocupan el rol de presas para depredadores, lo que mantiene su nivel de alerta en constante vigilancia. Su naturaleza es cautelosa: reaccionan con rapidez ante cualquier ruido o presencia inesperada buscando refugio de inmediato.

Entre los datos más curiosos acerca de los conejos destaca que de las más de 300 razas reconocidas, alrededor de 50 son consideradas apropiadas como mascotas. La mayoría son razas enanas, limitadas en tamaño y peso, lo que las hace adecuadas para la vida en los hogares. Así, mientras que los conejos silvestres pueden superar los 6 kilogramos, las variedades domésticas apenas alcanzan la mitad de ese peso.

Los conejos toleran de buen gusto la convivencia con humanos. Aunque son animales naturalmente nocturnos, se amoldan sin problemas a las rutinas diurnas de la familia que los acoge, manteniéndose activos durante el día. Prepararnos con antelación para su llegada y proveernos de una serie de accesorios esenciales es un fundamental.

Los conejos necesitan espacio para moverse con libertad. La jaula debe adecuarse a las dimensiones del animal, por lo que es aconsejable que tenga un tamaño de entre cuatro y cinco veces el de su propio cuerpo. Además, resulta primordial ubicar la jaula en un entorno en el que no haya corriente de aire ni esté expuesto a la luz solar directa.

Los conejos beben mucha agua. Cuando son adultos, ingieren el doble de líquido que de alimento sólido. Son animales especialmente sensibles a las altas temperaturas: durante el verano, es crucial asegurarse de que están adecuadamente hidratados.

En el mercado, puedes encontrar una variedad de modelos de bebederos diseñados para conejos. Los tipos más comunes son los cuencos y botellas, también conocidas como biberones.

• Los cuencos suelen ensuciarse con rapidez y pueden ser volteados accidentalmente por el animal.
• La opción más eficiente son los biberones, que mantienen el agua en un estado más limpio; se recomienda que su capacidad sea de, al menos, medio litro.

Es un accesorio imprescindible para ubicar dentro de la jaula el pienso, el heno y las raciones diarias de vegetales.

• Aproximadamente, el 80 % de la dieta de un conejo debe estar compuesta por heno, que debe ser reemplazado a diario.
• El resto de la alimentación será pienso y porciones de verduras frescas convenientemente lavadas.

El conejo debe tener un espacio donde puedan hacer sus necesidades. Si la jaula no es muy grande, conviene colocar la bandeja en algún rincón de la casa, como si fuese el arenero de un gato. Los conejos son animales inteligentes, con algo de paciencia podemos enseñarles a utilizar estos espacios.

Para rellenar el fondo del esquinero no se debe emplear arena para gatos ni otros productos similares, ya que podrían ocasionar infecciones al conejo. Hay alternativas mejores, como la viruta prensada, las fibras vegetales, el papel reciclado o el cáñamo. La limpieza del esquinero debe ser diaria, utilizando un jabón neutro.

El conejo debe disponer de un refugio dentro de la jaula para poder resguardarse durante la noche o cuando necesite descansar. Puede servir una toalla de algodón o un paño suave o, incluso, una casita de madera o un puente con troncos flexibles. Cada animal tiene sus propias preferencias, con lo que es más que probable que tengas que experimentar con diversas opciones y materiales para encontrar la alternativa más adecuada.

Los dientes de los conejos no paran de crecer durante toda la vida del animal, aproximadamente se alargan sobre un centímetro al mes. Para garantizar un desgaste adecuado de su dentadura y prevenir posibles problemas bucales, es esencial que roan con regularidad materiales apropiados, como la madera. Además, el heno es también un recurso excelente para ayudar al desgaste dental.

Los conejos son criaturas muy vitales. Deben realizar actividad física varias horas al día. Es esencial permitirles salir de su jaula, pero siempre bajo supervisión: su tendencia a mordisquear podría llevarlos a dañar cables, muebles, alfombras, papeles y otros objetos.

Si deseamos proporcionarles un mayor entretenimiento, crear recorridos con diversos elementos que se encuentren en casa puede resultar una idea muy divertida para el conejo y el humano.

Si tienes la oportunidad, saca al conejo a pasear al exterior. Así podrá explorar al aire libre y olisquear nuevos olores. Estos paseos deben ser con un arnés para evitar que se escape: los hay diseñados exclusivamente para conejos. Elige lugares tranquilos y seguros, en los que puedas asegurarte de que tu compañero orejudo no se cruce con otros animales, especialmente perros o gatos.