Algas invasoras convertidas en sustrato para cultivar setas comestibles

El Proyecto Algarikon transforma las toneladas de algas acumuladas en el Mar Menor en sustrato para el cultivo de setas comestibles, convirtiendo un problema ambiental en una solución sostenible
Por Sonia Recio 12 de febrero de 2025
cultivo de setas comestibles
La proliferación de algas en las costas españolas está generando graves problemas que afectan a la biodiversidad, la pesca, el turismo y la economía local. Regiones como Andalucía, la Comunidad Valenciana, Canarias y Murcia se encuentran entre las más perjudicadas. En el Mar Menor, la situación es particularmente crítica. Este ecosistema, altamente vulnerable a la contaminación, está sufriendo un proceso de eutrofización debido al exceso de nutrientes procedentes de la agricultura intensiva y los vertidos urbanos. El resultado es la transformación de sus aguas cristalinas en una masa verdosa conocida como «sopa verde». Para hacer frente a esta situación, el gobierno de Murcia, con el respaldo de la Unión Europea, lleva años retirando las algas acumuladas. Estas acciones han generado grandes cantidades de algas en plantas de reciclaje sin un uso práctico… hasta ahora. El proyecto Algarikon busca cambiar esta realidad.

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Proyecto Algarikon: algas como sustrato de cultivo

El Proyecto Algarikon tiene como objetivo «utilizar los hongos comestibles como remedio para reducir el impacto negativo para el medio ambiente que tienen las algas del Mar Menor que se acumulan en su orilla como resultado de su eutrofización». En concreto, propone usar las algas como sustrato para el cultivo de setas comestibles, convirtiendo un problema medioambiental en una solución sostenible y productiva. 

Su nombre combina alga (en referencia a las algas del Mar Menor) y agarikon, un término griego que hace alusión a los agari. Esta tribu escita, conocida por su conocimiento de plantas medicinales, empleaba un hongo llamado agaricum, que inspiró el nombre científico del champiñón común, Agaricus bisporus.

Financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y la Unión Europea, Algarikon está liderado por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la investigadora Cristina Soler. Participan también el Centro Tecnológico de Investigación del Champiñón (CTICH) de La Rioja, el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) y el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA), junto con diversas empresas murcianas.

Actualmente, el proyecto está en búsqueda de financiación para escalar a nivel comercial; sus fundadores confían en el potencial del producto y aspiran a llevarlo más allá de la fase de laboratorio.

Claves del Proyecto Algarikon 

El Proyecto Algarikon, que reutiliza las algas acumuladas en las orillas del Mar Menor, sigue un enfoque integral, sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Esta es la secuencia del proceso:

🔸 Sustrato para cultivo de setas comestibles

Las algas recolectadas en las orillas del Mar Menor se emplean como sustrato para el cultivo de setas comestibles.

🔸 Compuestos para la industria alimentaria

Tanto antes como después del crecimiento de los hongos, los residuos de algas se someten a procesos de extracción para obtener compuestos útiles en la industria alimentaria —aditivos, suplementos, saborizantes…—, utilizando tecnologías sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.

🔸 Bioestimuladores y biofertilizantes agrícolas

Los extractos derivados de estos residuos se prueban como bioestimuladores y biofertilizantes en plantas, así como enmiendas orgánicas para la recuperación de suelos contaminados. Además, se explora su potencial como sustrato en invernaderos, con lechugas como planta modelo.

🔸 Digestión aeróbica

Finalmente, se realizan pruebas para convertir estos residuos en metano mediante digestión anaeróbica, evaluando su eficiencia energética y sostenibilidad.

¿Por qué hay cada vez más algas en la costa?

El arribazón, la acumulación masiva de algas y plantas marinas en la costa, es un proceso natural causado por grandes oleajes y temporales. Su papel en los ecosistemas es clave: protege las playas de la erosión, refuerza las dunas y sirve de refugio y alimento para muchas especies marinas.

algas invasoras arribazón
Imagen: djedj

Sin embargo, la actividad humana está acelerando la formación de arribazones y alterando su impacto ecológico. La eutrofización, generada por el exceso de nutrientes provenientes de la agricultura y los vertidos urbanos, fomenta el crecimiento desmedido de algas marinas tóxicas, incrementando la acumulación de materia orgánica en las playas.  

El cambio climático también agrava esta situación. La subida de la temperatura del agua, especialmente cuando supera los 20 °C, favorece la proliferación de algas en el litoral. Los científicos advierten que, en los próximos años, las floraciones de microalgas tóxicas llegarán antes y permanecerán más tiempo en las costas españolas, desde la primavera hasta el otoño.

¿Para qué se pueden utilizar los arribazones?

Los arribazones son frecuentemente considerados un problema ambiental y turístico. En el Mediterráneo, están compuestos principalmente por la Posidonia oceanica, una planta marina esencial para el ecosistema. Su retirada masiva, motivada en gran parte por razones estéticas, produce grandes cantidades de residuos y genera un coste económico elevado. En lugar de resolver la situación, esta práctica empeora el problema y daña el medio ambiente.

Aprovechar los arribazones, en lugar de desecharlos en vertederos, no solo reduce el impacto ambiental, sino que también abre nuevas oportunidades para la innovación y la sostenibilidad. Estos restos naturales tienen un gran potencial en distintos sectores, contribuyendo a una economía azul más sostenible.

Algunos de sus principales usos son los siguientes:

🍄 Alimentación y agricultura

Las algas marinas pueden transformarse en biofertilizantes eficaces para cultivos agrícolas debido a su riqueza en nutrientes esenciales. Además, algunas especies, como Rugulopterix okamurae, han sido estudiadas como posibles ingredientes en la gastronomía, destacando por su sabor umami y su potencial en la cocina sostenible.

🧴 Cosmética e industria farmacéutica

Ciertas algas contienen compuestos bioactivos con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, lo que las hace muy atractivas para el desarrollo de productos cosméticos y farmacéuticos. 

⚡ Energías renovables y biocombustibles

Los arribazones pueden aprovecharse para producir biogás mediante digestión anaerobia, generando energía térmica y eléctrica a partir de residuos orgánicos. Su conversión en biomasa es otra alternativa para reducir la dependencia de combustibles fósiles.

🌱 Gestión ambiental y descontaminación

Las algas marinas tienen la capacidad de absorber metales pesados y otros contaminantes del agua, por lo que pueden utilizarse en la limpieza de ecosistemas acuáticos afectados por la contaminación industrial. Además, se investiga su uso para la fabricación de materiales biodegradables, como bolsas compostables y envases sostenibles.

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