La Junta de Andalucía, en colaboración con la Universidad de Córdoba, ha desarrollado el Estándar Andaluz que certificará la capacidad de absorción de las masas forestales y suelos como sumideros de CO2 ante el cambio climático. Esta metodología, se aplicará a los proyectos de forestación, reforestación y silvicultura, incluidos en el Sistema Andaluz de Compensación de Emisiones (SACE), según ha informado el consejero andaluz de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo.
Esta herramienta permitirá además conseguir un esquema de certificación práctico y con base científica, adaptado al territorio y especies de Andalucía, así como a los requisitos internacionales más exigentes en certificación de proyectos de secuestro de carbono atmosférico. Dicho método no contempla únicamente la fijación de carbono por parte de la biomasa, sino también la acumulación del mismo en el suelo.
La iniciativa forma parte de las actuaciones que lleva a cabo la Junta de Andalucía dirigidas a mitigar los efectos del cambio climático asociados a la fijación de CO2, lo que contribuirá a la conservación y mejora del patrimonio forestal de Andalucía, así como a evitar la pérdida de biodiversidad y de los procesos de erosión y desertificación, señaló Díaz Trillo.
El consejero ha recordado que su departamento ultima una orden para fomentar el uso de la biomasa forestal con fines energéticos, que además de diversificar y garantizar el suministro de energía, permitirá reducir las emisiones de CO2 derivadas del uso combustibles fósiles. El aprovechamiento de la biomasa forestal contribuye a disminuir el material combustible existente en los montes, lo que rebaja el riesgo potencial de que se produzcan grandes incendios, y constituye una de las fuentes de energía renovable con mayor capacidad para la generación de empleo y el fortalecimiento de las economías rurales.
